Riba-roja propondrá a Aena la regularización de los aterrizajes en el Aeropuerto de Manises

+ TURIA | Riba-roja, Loriguilla y Vilamarxant son tres de los municipios especialmente afectados por la huella acústica de los aviones
El Ayuntamiento de Riba-roja propondrá en la próxima comisión de seguimiento ambiental el estudio también de rutas de entrada al aeropuerto de Manises y su posible afección a los municipios de Riba-roja, Loriguilla y Vilamarxant, municipios que, pese a no estar gran parte del término incluidos en la huella acústica, sufren también las molestias de la cercanía del aeropuerto.

Las protestas por el paso continuado de aviones comerciales a baja altura por encima del casco urbano y numerosas áreas residenciales del término municipal ha llevado a los vecinos de las urbanizaciones de la Llobatera y el Pla del Totxar a recoger alrededor de 200 firmas como muestra de su protesta.
El equipo de gobierno ha recordado que estas continuas molestias que soportan a diario los vecinos de estas urbanizaciones se remontan más de 5 años en el tiempo tras la decisión de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), dependiente del Ministerio de Fomento, de modificar el itinerario que siguen los aviones en su trayecto hacia el cercano aeropuerto de Manises. 
Los más de 500 vecinos de estas áreas residenciales tienen que soportar cada día el paso de aparatos aéreos a escasa altura de sus viviendas que provocan numerosos problemas ya que las frecuencias de cada uno de ellos se suceden a lo largo de la jornada, desde primeras horas del día hasta cerca de la medianoche cuando dejan de pasar por encima de estas áreas de Riba-roja.
A pesar del tiempo trascurrido desde el cambio del trazo aéreo y de las protestas vecinales efectuadas, el Ministerio de Fomento ha hecho caso omiso a las problemáticas planteadas por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y por las mismas asociaciones vecinales hasta el punto que no sólo han aminorado sino que éstas han aumentado y, por tanto, también las molestias y quejas que afectan a la vida diaria.
Algunos cálculos de las propias asociaciones vecinales sitúan en más de 30 el número de aviones que sobrevuelan a diario el cielo de estas áreas residenciales a una altura cercana a los 100 metros de altura sin que el Ministerio de Fomento haya acometido ningún tipo de medida correctora para amortiguar el ruido y los problemas derivados de esta situación a pesar de que tanto el pleno municipal como los propios vecinos han alertado al respecto.
Además, los problemas se acrecientan en los periodos estivales, puentes y vísperas de fiestas ya que es entonces cuando mayor afluencia de tráfico aéreo se produce con la llegada de miles de turistas a la Comunitat Valenciana, con cerca de 50 vuelos diarios contabilizados en algunos casos. De esta forma, los vecinos se quejan de que con estas condiciones "es muy difícil conciliar el sueño y el ruido continuo, desde la mañana hasta la noche, con el estrés y los cambios de humor que se generan".
El equipo de gobierno ha recordado que AENA se comprometió hace alrededor de cinco años a tomar medidas correctoras para reducir el ruido y las molestias a los vecinos pero desde entonces sólo se ha trabajado en las rutas de despegue y en dentro del ámbito territorial delimitado por la huella acústica. El equipo de gobierno ha lamentado "la escasa sensibilidad demostrada por el Ministerio de Fomento ante una situación tan grave que tienen que afrontar estos vecinos en su día a día y por este motivo cree necesario que se adopten medidas drásticas que permitan eliminar este problema".

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