Al ritmo de los leñadores

+ TURIA | Vilamarxant será escenario un año más del tradicional 'Ball dels Llenyaters', una de las tradiciones del día de Navidad más antiguas de la comarca

El próximo domingo, 25 de diciembre, Vilamarxant volverá a disfrutar un año más de una de las tradiciones navideñas más arraigadas e históricas de la provincia de Valencia: 'El Ball dels Llenyaters' o baile de los leñadores, un tesoro etnológico del Camp de Túria que arraiga en tiempos remoto y que aflora el Día de Navidad en todo su esplendor.

Una fiesta con siglos a sus espaldas (no en vano habría que indagar cuantos leñadores quedan este municipio más allá de los danzantes de la tradición) que congregaba a vecinos y amigos para ver este singular baile. Al llegar la Nochebuena, bailaban al pie del altar, tras la misa del gallo pero el día festivo por excelencia era el 25 de diciembre, cuando a primera hora de la mañana músicos y bailadores se reunían para desayunar en el "Musical" y allí mismo bailaban por primera vez. Después iban a casa del Alcalde, para "pedir permiso", y allí volvían a bailar. El Alcalde, por supuesto, les concedía el permiso, y les invitaba a pasar a su casa, donde les convidaba a dulces y licores. Después ya iban dando la vuelta al pueblo, bailando, hasta que a las 12 de la mañana acudían a la puerta de la Iglesia, para que la gente, al salir de misa, los viera. Iban recogiendo "la voluntad", en metálico o especie, o bien se les convidaba a las casas. Y así, seguían bailando todo el día.

En 1979, un grupo de amigos, ya mayores, que habían conocido en su juventud la fiesta, decidieron impulsar su recuperación que se ha convertido en una fiesta de identidad local, con la cual los naturales de Vilamarxant desean reafirmar su personalidad y su cultura.

Y siguiendo este itinerario, urbano y temporal, el próximo domingo 'els llenyaters' volverá a llevar su baile a las calles de Vilamarxant, primero a la Casa del Alcalde, después a la Replaza y desde allí hasta la Plaza del Ayuntamiento. A las 13:00 h. harán su entrada rítmica en la iglesia de Santa Catalina.

Una oportunidad para disfrutar de una de las tradiciones más antiguas de la comarca en este día tan especial.