Los ojos más poderosos del Alto Turia

+ TURIA | Centenares de personas disfrutan y aprenden en una nueva jornada de puertas abiertas del Centro Astronómico del Alto Turia en Aras de los Olmos
Cerca de 400 personas (cupo completo desde hace dos semanas para las inscripciones) se dieron cita en la tarde-noche de este sábado en el Centro Astronómico del Alto Turia, en Aras de los Olmos, en una nueva edición de la Jornada de Puertas Abiertas que cada año la Asociación Valenciana de Astronomía organiza para acercar su trabajo al gran público.
La agrupación científica, una de las más prestigiosas a nivel privado, tiene en la cima de la Muela de Santa Catalina, en Aras, su centro de operaciones, dos grandes telescopios con cúpulas móviles e instalaciones para el acomodo de los socios en un centro de trabajo autofinanciado por la propia asociación.
Una cita a la que acudieron personas de todo el orbe valenciano e incluso de ámbito nacional, con visitantes llegados desde Sevilla, y que se inició pasadas las 19:00 h. con la división de los participantes en grupos para poder acceder y conocer de manera más personalizada las instalaciones. Por un lado el aula de divulgación y estudio, donde Ángel Flores, director del centro realizó un repaso a la labor que llevan a cabo los socios del centro así como las localizaciones celestes que este día podían llevarse a cabo: desde planetas como Júpiter, Marte o Saturno a los cúmulos sin olvidar la siempre 'socorrida' luna, que para el neófito en estas cuestiones, siempre deja unas tomas espectaculares.
Tras la presentación en el aula, los participantes fueron pasando de uno a otro telescopio donde miembros de AVA explicaron de manera amena y cercana la historia y funcionamiento del instrumental astronómico. Telescopios que, al menos en uno de los casos, son manejados de forma remota desde la sede de la asociación en Valencia.
Tras la visita al corazón del CAAT, que son estos espectaculares "ojos del universo", miembros de la agrupación instalaron sus telescopios particulares para que los visitantes pudieran contemplar el firmamento, especialmente la luna en hora de atardecer. Una jornada a la que los cielos no quisieron acompañar del todo, con nubosidad creciente a lo largo de toda la tarde que impidió realizar las visualizaciones más importantes o espectaculares.
"La fotografía que a todos emociona"
Una de las claves en la que los miembros del CAAT más insistieron en la visita guiada fue en poner el acento en la minuciosa labor que este trabajo científico requiere. "Para los neófitos en la materia lo más espectacular es poner el ojo en el telescopio y visualizar elementos del Universo que, puestos en fotografía, se convierten en esas imágenes arquetípicas que tanto gustan a las personas". No obstante, ese trabajo, según detallaron, "es la consecuencia de semanas de labor, con la toma de fotografías continuadas y el posterior montaje de las mismas".
Un trabajo, el de los miembros del CAAT, que va más allá de "mirar por un telescopio" y que en la mayoría de ocasiones es más una labor informática que de labor de campo. "El mundo astronómico ha cambiado mucho en los últimos años, especialmente por el avance de la informática aplicada a esta ciencia". Telescopios como los que usan en la Muela de Santa Catalina, en Aras de los Olmos, no son "los más grandes de los que pudiéramos disponer pero sí los más adecuados a nuestro trabajo". A la postre, un gran telescopio no tendría sentido sin los aparatos fotográficos y sensores, así como programas informáticos especializados que le dan soporte.
El proyecto del Centro Astronómico del Alto Turia se inició en 1998 y desde entonces se ha convertido en uno de los centros privados de referencia a nivel nacional e internacional. "En estos momentos miembros de AVA", explica Vicente Mas, coordinador del centro, "están trabajando en el estudio de blazars (fuentes de energía muy compactas y altamente variables asociadas a agujeros negros) así como al seguimiento de asteroides, algunos de ellos potencialmente peligrosos para la tierra".
"Aunque puedo asegurar que podemos dormir tranquilos porque no colisionará, al menos a corto o medio plazo, ningún asteroide con nuestro planeta", bromea Mas.
Un trabajo que tiene su reflejo en diversas publicaciones científicas y en la propia revista de la asociación: Rigel.
La ciencia al alcance de todos
Como dato curioso, no puede menos el cronista que poner de manifiesto la pregunta, ingenua seguramente, realizada por alguno de los participantes: "Pero… ¿vosotros sois astrofísicos o algo así?".
La respuesta, entre risas, sorprende, por lo inesperado. "¿Astrofísico? Yo soy electricista". Una respuesta, sencilla y mundana, que explica mejor que cualquier explicación técnica que hasta los conocimientos científicos más lejanos, como es el estudio del Universo, están al alcance de la mano de cualquier "con ganas e interés por esta ciencia".
Y también a mano geográfica. Tan solo hay que desplazarse hasta Aras de los Olmos y sus cielos limpios (cuando lo quieren) llenos de misterios.




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