Una gran bola de fuego ilumina la madrugada
+ TURIA | El bólido estelar cayó
en el Mediterráneo en forma de meteorito de unos 100 gramos
Una gran bola de fuego, más brillante incluso
que la luna llena, iluminó durante un instante la costa mediterránea desde
Andalucía hasta la Comunitat Valenciana durante la madrugada de este pasado
miércoles.
En la madrugada del 28 de octubre, sobre las
3:05 hora local peninsular, un fragmento desprendido del cometa Encke impactó
contra la atmósfera a más de cien mil kilómetros por hora. El brusco choque
contra el aire se produjo a una altura de unos 100 km sobre el mar
Mediterráneo, generando una impresionante bola de fuego mucho más brillante que
la Luna llena. El fenómeno fue registrado por los detectores que la Universidad
de Huelva opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en los
observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería) y Sevilla.
El análisis llevado a cabo por el investigador
principal del proyecto, el Profesor José María Madiedo (Universidad de Huelva),
indica que la bola de fuego avanzó en dirección noreste, extinguiéndose a unos
25 km de altura sobre el Mediterráneo. Pero lo más destacado de este análisis
es que los datos han revelado que una pequeña parte del material, con una masa
inferior a 100 gramos, consiguió sobrevivir en forma de meteorito, cayendo al
mar.
Este es un fenómeno muy poco habitual, ya que
los cometas están formados por materiales de escasa consistencia que se
destruyen completamente al impactar contra la atmósfera. Pero los estudios
llevados a cabo recientemente por algunos astrónomos indicaban que algunos de
los materiales desprendidos del cometa Encke podrían ser lo suficientemente
resistentes como para sobrevivir a estos impactos.
Unas horas después, en torno a las 23:16 del 28
de octubre, un segundo fragmento procedente del mismo cometa impactó sobre la
Comunidad de Madrid, a unos 110 kilómetros de altura sobre la vertical de
Alcalá de Henares. Desde allí avanzó a más de 100 mil kilómetros por hora en
dirección noroeste.
Este otro fragmento se destruyó completamente en
la atmósfera cuando se encontraba a unos 57 kilómetros de altitud sobre la
localidad de Hoyo de Manzanares.
Ambas bolas de fuego están relacionadas con la
que se registró sobre el Estrecho de Gibraltar en la madrugada del pasado 6 de
octubre, también producida por otro fragmento del cometa Encke y cuyo brillo
convirtió a la noche en día por un instante.
Los fragmentos desprendidos del cometa Encke son
en su mayor parte más pequeños que un grano de arena y se cruzan con la órbita
de la Tierra durante los meses de octubre y noviembre, produciendo a lo largo
de ese periodo varias lluvias de estrellas conocidas como Táuridas.
Sin embargo, los astrónomos habían predicho que
durante 2015 estos fragmentos serían de un tamaño muy superior a lo habitual,
por lo que su impacto contra la atmósfera podría producir bolas de fuego
inusualmente brillantes. Por este motivo cabe esperar que en las próximas
fechas estos fenómenos vuelvan a repetirse.
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