El Ayuntamiento de Vilamarxant proyecta una gran planta de biomasa
MAS
TURIA | El proyecto tendrá en cuenta la disposición de 47 millones de metros
cuadrados de masa forestal en el término municipal
El
Ayuntamiento de Vilamarxant urbanizó el polígono de Enchilagar del Rullo para
atraer la llegada de nuevas empresas que reforzaran la industria de un
municipio principalmente agrícola. En esta actuación del equipo de gobierno del
'popular' Vicente Betoret se encerraba el germen de un gran proyecto, la
creación de una gran planta de biomasa.
Según
declaraciones al diario El Mundo, si hubiera un quinto mandato, del que Betoret
está “convencido”, el proyecto estrella sería la ampliación del polígono con un
clúster agroalimentario, que llegaría acompañado de una planta de biomasa «de
un mega, para ampliarla poco a poco», con el fin de garantizar la
competitividad de las empresas con un importante ahorro en el coste de la
energía.
Las empresas
agroalimentarias «necesitan agua y subidas y bajadas de calor», que sería lo
que suministraría la planta de biomasa, del vapor a la congelación «con un
precio sin competencia en el campo del gas y la electricidad», según el
alcalde. Betoret avanza a este diario que cuenta con el suelo para construir la
planta y las parcelas en las que podrán emplazarse las empresas, y está
dispuesto a «hacer un esfuerzo inversor y llegar hasta donde pueda el
Ayuntamiento».
Pero no será
el consistorio de Vilamarxant y las empresas que se instalen en el polígono los
únicos que contribuirán a la realización de este gran proyecto que podría tomar
forma en un plazo de «entre cuatro y ocho años». Además de las posibles
aportaciones de la Generalitat y la Diputación, el municipio del Camp de Turia
se convertirá en el «epicentro» energético de la comarca y de otras comarcas
limítrofes, lo que conllevaría otros ingresos por el suministro de «energía
mucho más barata».
La intención
del equipo de gobierno de Vicente Betoret es, como paso previo al clúster,
convertir Vilamarxant en district heating, lo que podríamos traducir como
calefacción distribuida por una red urbana. «Hasta que terminen de llegar las
empresas, podremos llevar ese agua desde la planta a todas las casas del
municipio y de otros pueblos vecinos como Cheste, Pedralba, Benaguasil o
Riba-roja para que la conviertan en aire frío o caliente, con un coste mucho
más barato que la luz y el gas», explica el alcalde.
Materia prima
El
combustible para la planta de biomasa no es problema.Vilamarxant dispone de 47
millones de metros cuadrados de masa forestal con la que se puede incentivar la
economía doblemente: por un lado, comprando los restos de leña a los vecinos y
por otro, dando trabajo a desempleados para limpiar el monte y utilizar los
desechos para la planta.
Además, el
alcalde de Vilamarxant también contempla comprar los «restos de poda» al
Consorcio de Residuos Valencia Interior, que da servicio a cinco comarcas,
entre ellas el Camp de Turia. Y aún hay más actividad vinculada a la puesta en
marcha de la planta de biomasa y el clúster agroalimentario: el «alquiler del
millón de metros cuadrados de campos sin cultivar para plantar cultivos
ecológicos».
El proyecto
está desarrollado y cuenta con la voluntad del Ayuntamiento 'popular' para
empezar a ejecutarlo a lo largo de la próxima legislatura. A esto hay que
añadir la aceptación por parte de instituciones como la Diputación provincial,
que ya se ha interesado en los primeros trabajos de Vilamarxant con las
energías renovables. Sin ir más lejos, el plan de calderas de biomasa que
Alfonso Rus anunció hace unas semanas para decenas de municipios de la
provincia nace de la caldera instalada en la piscina de Vilamarxant, que ha
pasado a ser «autosuficiente, con el correspondiente ahorro en los gastos de
gestión». El gas y la luz quedan como último recurso en caso de que fallara la
nueva energía.
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