Juzgan al ‘Rambo de Requena’ por los asaltos que aterrorizaron la comarca en 2020

Condenado ya a 27 años de prisión por intentar matar a tiros a dos guardias civiles, se enfrenta ahora a otros 21 años por los robos violentos que cometió armado con una escopeta recortada en varias localidades de Valencia y Teruel

Pedro Lozano, apodado por los medios como el ‘Rambo de Requena’, ha vuelto a sentarse en el banquillo. En esta ocasión, ha sido juzgado por el Juzgado de lo Penal número 1 de València por una oleada de asaltos con violencia cometidos en febrero y marzo de 2020, cuando, armado con una escopeta de cañones recortados, aterrorizó a varios vecinos de Requena y su entorno. Ya condenado a 27 años de prisión por un doble intento de homicidio a guardias civiles en Teruel, el acusado se enfrenta ahora a 21 años más de cárcel, solicitados por la Fiscalía por delitos como robos con violencia, tentativa de robo en vivienda, tenencia ilícita de armas y usurpación.

Durante el juicio, celebrado por videoconferencia desde un centro psiquiátrico penitenciario, Lozano se ha acogido a su derecho a no declarar. Fue trasladado a este centro tras agredir con mordiscos a dos guardias civiles en la prisión de Picassent el pasado año, lo que obligó a aplazar la vista.

El rastro del ‘Rambo’: amenazas, armas y coches robados

Los hechos por los que se le juzga comenzaron con el allanamiento de una vivienda en Requena y siguieron con una sucesión de robos y amenazas a punta de escopeta. El 28 de febrero de 2020, asaltó a un agricultor, robó su coche y disparó cuando intentó huir. Más tarde ese mismo día, encañonó a un operario de grúas, robó el vehículo y chocó con otro coche. Ya en la aldea de Penen de Albosa, robo otra furgoneta, que también abandonó dañada.

El 29 de febrero, intentó entrar por la fuerza en otra vivienda, de la que huyó al ser sorprendido por agentes de la Guardia Civil. Finalmente, el 9 de marzo, abordó a un hombre que recogía espárragos en Siete Aguas. Durante dos horas, lo mantuvo como chófer forzoso mientras huían por caminos secundarios para evitar controles. Al dejarlo marchar, le robó el vehículo, el móvil y hasta los espárragos.

La defensa alega trastorno mental

A pesar de que un informe psiquiátrico avala que el acusado está capacitado para declarar y entiende la ilicitud de sus actos, la defensa ha esgrimido que sufre un trastorno que podría eximirle de responsabilidad penal. La sentencia, que deberá valorar estos argumentos, cerrará una de las causas más mediáticas y violentas ocurridas durante los primeros meses de la pandemia en el interior de la Comunitat Valenciana y Teruel.

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