Una banda criminal organizada roba 140 ovejas en Algimia de Alfara
La UNIÓ denuncia el aumento de los robos en explotaciones ganaderas y la falta de seguridad en el ámbito rural
El sector ganadero de la Comunidad Valenciana se
enfrenta a una creciente problemática que pone en riesgo su viabilidad
económica y la seguridad de los trabajadores. El reciente robo de 140 ovejas, 3
cabras y 2 perros en la localidad valenciana de Algimia de Alfara, ha encendido
las alarmas en las organizaciones agrarias, que denuncian no solo la impunidad
de estos delitos, sino también la falta de recursos destinados a la vigilancia
en las zonas rurales.
Este incidente, ocurrido el 11 de septiembre de
2024, ha afectado a una explotación ovino-caprina de carácter familiar,
gestionada por dos hermanos que, impotentes, han visto cómo su medio de vida se
desmorona por culpa de la delincuencia organizada. El valor estimado del robo
asciende a 13.000 euros, una cantidad que golpea duramente la economía de esta
explotación ganadera. Este no es un caso aislado, sino el reflejo de una
tendencia preocupante que afecta a toda la región.
Un delito organizado con un impacto devastador
La UNIÓ Llauradora i Ramadera, organización agraria
que defiende los intereses de los agricultores y ganaderos, ha denunciado este
robo ante la Guardia Civil, tras la presentación de una denuncia formal por
parte de los afectados. El suceso se produjo cuando los ladrones forzaron el
candado que daba acceso a los animales, llevándose consigo un total de 140
ovejas, 3 cabras y 2 perros, un número de animales que indica que se trata de
un grupo organizado, con medios logísticos y transporte adecuados para el traslado
de un botín de tal envergadura.
Este tipo de robos no son delitos improvisados; se
llevan a cabo con precisión y planificación. Los grupos criminales que operan
en las zonas rurales cuentan con una red bien estructurada para la compra y
venta de los animales sustraídos. En muchos casos, los corderos robados son
rápidamente vendidos en mercados negros o exportados a otros países,
dificultando aún más la trazabilidad de los mismos y el trabajo de las
autoridades.
La falta de vigilancia en el medio rural: un
problema estructural
Uno de los mayores problemas que enfrenta el medio
rural en la Comunidad Valenciana es la falta de recursos destinados a la
seguridad y la vigilancia. Según LA UNIÓ, los recortes en efectivos de la
Guardia Civil, Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) y las policías
locales han dejado a muchas explotaciones agrarias y ganaderas desprotegidas,
convirtiéndolas en blancos fáciles para los ladrones. Esta situación no solo
genera pérdidas económicas significativas, sino también un sentimiento de
indefensión y vulnerabilidad entre los agricultores y ganaderos, que ven cómo
su trabajo es menospreciado y atacado sin que haya consecuencias para los
delincuentes.
La UNIÓ ha pedido en varias ocasiones una mayor
coordinación entre las diversas fuerzas de seguridad del Estado, así como un
refuerzo de los equipos ROCA, una unidad especializada de la Guardia Civil en
la lucha contra el robo en el medio rural. Sin embargo, hasta el momento, los
avances han sido insuficientes para frenar esta ola de criminalidad que se cierne
sobre las zonas agrarias.
La importancia de denunciar los robos: un paso
crucial para visibilizar el problema
Uno de los mayores desafíos en la lucha contra el
robo en las explotaciones agrarias es la baja tasa de denuncias. Según la
organización agraria, muchos afectados prefieren no denunciar los robos,
desalentados por la burocracia y la sensación de impunidad. Este hecho dificulta
la recopilación de datos precisos sobre la magnitud del problema, lo que a su
vez impide que las autoridades adopten medidas más contundentes.
LA UNIÓ insta a los agricultores y ganaderos a que
presenten siempre denuncias, independientemente de la magnitud del robo. «Si no
tenemos los datos reales del problema, será más difícil que nos hagan caso para
encontrar soluciones», afirman desde la organización. Además, es necesario
simplificar el proceso de denuncia, reduciendo las cargas burocráticas y facilitando
el acceso a los afectados para que puedan presentar sus quejas sin dificultades
adicionales.
El comercio ilícito de animales robados: una red que
debe ser desmantelada
El robo de ovejas y otros animales en las
explotaciones ganaderas no tendría razón de ser sin un mercado negro que los
absorba. Por ello, LA UNIÓ ha insistido en la necesidad de perseguir y
sancionar el comercio de mercancía robada, así como los canales que facilitan
la distribución de estos animales. En muchas ocasiones, los delincuentes
encuentran compradores para los animales robados en redes clandestinas de
comercialización, lo que complica el rastreo y la recuperación del ganado
sustraído.
La falta de control sobre estas redes de
distribución no solo perpetúa el problema, sino que también incentiva a los
delincuentes a continuar con sus actividades ilícitas. «Si alguien roba, es
porque alguien lo compra», asegura LA UNIÓ. Por ello, la organización ha
solicitado una mayor inspección en los canales sospechosos de comercializar con
estos productos robados, para desmantelar la red de compradores y poner fin a
esta cadena de delitos.
Medidas urgentes para garantizar la seguridad en las
zonas rurales
Para combatir esta problemática, LA UNIÓ ha
propuesto una serie de medidas urgentes, entre las que destaca la necesidad de
incrementar los presupuestos destinados a la seguridad en el ámbito rural. Es
crucial que los habitantes de estas zonas tengan los mismos derechos que los de
las áreas urbanas, y eso incluye una mayor presencia de efectivos de seguridad
que puedan prevenir y reaccionar ante los robos.
Además, la organización ha pedido un refuerzo de los
medios y personal en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
especialmente en lo que respecta a las unidades especializadas en el ámbito
rural. La protección de las explotaciones agrarias no solo es esencial para la
economía local, sino también para la sostenibilidad del medio rural y la
supervivencia de un sector clave en la sociedad.
Una respuesta urgente al problema del robo en el
campo
El robo de las 140 ovejas en Algimia de Alfara es
solo un ejemplo de una realidad que afecta a muchos agricultores y ganaderos en
la Comunidad Valenciana y en toda España. La falta de vigilancia, la impunidad
y la existencia de redes de comercio ilícito hacen que este tipo de delitos
continúe siendo un grave problema para el medio rural. Solo con medidas más
estrictas y una mayor coordinación entre las fuerzas de seguridad, así como el
compromiso de los afectados para denunciar y visibilizar estos delitos, será
posible combatir eficazmente esta amenaza.
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