Una costurera deja una herencia millonaria para investigación contra el cáncer en el Hospital La Fe de Valencia
El Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de
València recibió en 2017 la herencia de María Jordá Sanz que, por voluntad
expresa, dejó escrito que sus bienes se destinaran a apoyar la investigación
que realiza el centro en oncología y cardiología. Se trata del primer legado de
estas características que recibe el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe
en su historia y con la que ha puesto en marcha las Ayudas María Jordá Sanz
para la investigación en oncología y cardiología.
Este mes de noviembre se lanzará la primera edición
de esta convocatoria, que contará con 150.000 euros para la financiación de
tres proyectos en el ámbito de la investigación, la innovación y la proyección
internacional sobre el cáncer y las patologías cardiológicas. Está previsto
que, gracias a la cuantía de la herencia, se realicen convocatorias en años
sucesivos en el marco de estas ayudas.
El objetivo principal de las Ayudas María Jordá Sanz
es generar proyectos de investigación científica básica y traslacional en los
campos de la oncología y la cardiología entre grupos del IIS La Fe. Se
financiarán proyectos que contribuyan a generar nuevo conocimiento relacionado
con la fisiopatología, el diagnóstico y el tratamiento de dichas patologías.
"Se trata de una donación muy generosa y es muy
importante para la investigación recibir este tipo de apoyo solidario por parte
de la ciudadanía", ha asegurado el doctor José Luis Poveda, gerente del
Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València. Asimismo, ha destacado la
importancia de "impulsar y reforzar, a través de la filantropía, la
investigación básica, traslacional y la innovación para asegurar que los
avances contra la enfermedad llegan a los pacientes".
María Jordá Sanz era costurera de profesión y
desarrolló su carrera en Londres durante 50 años. Falleció en 2017 a los 73
años. Soltera y sin hijos, fue una mujer "muy trabajadora, profesional e
inteligente", según cuentan sus hermanos, que destacan su "valentía y
afán de emprendimiento" ya que emigró muy joven a Reino Unido, donde
empezó trabajando en un taller de alta costura que acabó dirigiendo.
Su familia recuerda que fue en Londres donde conoció
la tradición de las donaciones a causas relacionadas con la investigación.
Además, la experiencia personal de la muerte de dos amigas, a causa de
enfermedades cardiológicas y oncológicas, le llevaron a tomar la decisión de
hacer testamento en favor de la investigación biomédica.
Los hermanos de María Jordá Sanz, Juan José y
Vicente, han visitado el IIS La Fe y se han reunido con el gerente del Hospital
La Fe, el doctor Poveda, con el director científico, Guillermo Sanz, y con la
directora gerente, Ainhoa Genovés. También han podido conocer "de primera
mano" el trabajo de algunos grupos de investigación que desarrollan su
actividad en el ámbito de la cardiología y la oncología.
El legado de María Jordá Sanz, como otros
testamentos solidarios, es una forma "excepcional y única" de
colaboración por su importe y por el impacto en la investigación. Además de
este legado, el IIS la Fe recibe anualmente más de 500.000 euros en donaciones
procedentes de asociaciones de pacientes, donantes individuales, escuelas o
clubs deportivos, fundaciones y empresas. La principal motivación de los
donantes suele venir de la experiencia personal, familiar o por amistad con la
enfermedad y con la atención recibida en el Hospital La Fe.
En España se firman más de 600.000 testamentos ante
notario al año y el número de personas que deciden destinar parte o la
totalidad de su patrimonio a causas solidarias va en aumento.
Según el estudio de la plataforma
'Haztestamentosolidario.org', en 2022, las entidades no lucrativas recibieron
legados de 325 personas que representaron un total de 41 millones de euros.
Cada vez más, los legados van destinados al ámbito de la investigación ya que
se percibe como "una oportunidad de ayudar a los pacientes, en particular,
y de mejorar la vida de las personas en general".
"Hacer un testamento solidario no implica tener
un gran patrimonio ni dejar fuera a los legítimos herederos; además, las
entidades solidarias no pagan impuestos de sucesión sobre las herencias y
legados y todo lo que reciben se transforma íntegramente en proyectos con
impacto", señala el centro.
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