El campo valenciano tiene una nueva apuesta de futuro: el kiwi dorado de Nueva Zelanda

 

El mundo frutícola español tiene un nuevo miembro: el kiwi dorado. Esta especial variedad del tradicional y verde, debe su nombre a su color, mucho más amarillento. Además, cuenta con diferencias considerables como una piel menos rugosa o un sabor algo más dulce.

Tal como informa el diario Huffitongpost, la provincia de Valencia ha sido la encargada de introducirlo en el mercado nacional procedente de Nueva Zelanda, líder mundial en la producción y comercialización de esta fruta cuyas ventas este año en Valencia apuntan a que serán mejores que la pasada temporada en gran parte, gracias a la reducción de oferta del kiwi verde, su homólogo y competencia.

En palabras de Enrique Cacho, productor de este kiwi dorado y centrado en la especialidad Dori, "la campaña pinta muy bien porque hace falta kiwi en el mercado y el amarillo tiene más demanda. Esperamos unos resultados iguales o mejores que los del año pasado, que ya fue bueno en cotizaciones.

El clima de Valencia es óptimo para su producción

Además, un factor importantísimo en el éxito de esta fruta en la capital del Turia son tanto el clima como las condiciones tan favorables del campo valenciano. "Sus características favorecen el cultivo en tierras valencianas porque necesita menos horas de frío. Requiere de invernaderos tecnificados y de una malla de plástico con laterales abatibles para poderlos subir o bajar y así mitigar daños por el viento", aseguran desde AVA.

Pero Cacho no es el único, y es que muy cerca, en la Ribera Alta, se encuentra la sede de Naranja Manía, dirigida por Francisco Peiró, que lo vende en su web. "La demanda y precios han aumentado bastante esta temporada porque hay menos distribución del verde de Nueva Zelanda", asegura.

Peiró, cuya especialidad es la variedad amarilla Sorli, actualmente cuenta vende el kilo a 3,5€. "Es un cultivo muy interesante por su rentabilidad, aunque el verde aguanta mejor (los altibajos temporales)", afirma. Además, considera que es más trabajoso cultivar el kiwi amarillo por sus características" que son más complejas y particulares".

Según Cacho la producción puede superar las 20.000 toneladas en la provincia de Valencia -especialmente gracias a los cultivos de Picassent y Torrent-, y con la inestimable colaboración de la cooperativa Anecoop, encargada de la distribución.

Además, destaca que aunque suele gustar a todo el mundo, encuentra en los más pequeños un público muy fiel gracias a su sabor más dulce. Asimismo asegura que esta variedad "no es muy tardía y aguanta bien en cámara", motivo por el que la campaña puede alargarse hasta el mes de diciembre.

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