València regulará los toques de campanas (entre otros) para frenar la contaminación acústica

 

El Pleno del Ayuntamiento del mes de febrero abordará la nueva ordenanza de protección contra la contaminación acústica, que substituirá a la de 2008, y que modificará 40 artículos, 5 anexos y una disposición transitoria del texto en vigor actualmente. La nueva ordenanza recoge muchas de las demandas realizadas por el vecindario y varias entidades sociales y empresariales. El concejal de Calidad Acústica y del Aire, Giuseppe Grezzi, ha afirmado que “las aportaciones realizadas por entidades vecinales han tenido un especial peso en el conjunto de las alegaciones y son una muestra del dinamismo y la creciente representatividad en el análisis y resolución de los asuntos de su ámbito”.

Grezzi ha destacado entre las novedades de la futura ordenanza la revisión de la regulación de las zonas acústicamente saturadas con una mayor participación vecinal y de las entidades afectadas, entre ellas la hostelería, y valora que “se han mejorado muchos aspectos técnicos y cuestiones que precisaban ser concretadas para gestionar mejor el ruido en la ciudad”.

El concejal ha agradecido también “el gran trabajo realizado por todas las entidades y el equipo técnico municipal para poder disponer de una normativa efectiva, real y eficaz que dé respuesta a las necesidades de la ciudadanía en materia de descanso y posibilite la normal actividad de una ciudad que también debe ser y quiere ser sostenible y agradable en materia acústica y ambiental”. Para Grezzi, “València tendrá una normativa actualizada, que será el apoyo legal necesario e imprescindible para seguir avanzando en las mejoras de las condiciones de calidad acústica que ya se están comprobando desde hace tiempo”.

La nueva ordenanza de protección contra la contaminación acústica superará el jueves su último trámite con la aprobación en comisión. En la última fase de estudio de la nueva normativa se han estimado 56 alegaciones provenientes de 51 instancias diferentes en un proceso en que el Servicio de Calidad Acústica y del Aire ha contado también con la colaboración activa de otros servicios, como el de Actividades, Licencias Urbanísticas, Cultura Festiva, Inspección o Movilidad.

Entre las novedades de la ordenanza está la introducción de la obligatoriedad de que las actuaciones musicales en la vía pública o en los locales especializados dispongan de un limitador registrador, que permitirá un mejor control de los niveles de ruido. También se introduce la posibilidad de exigencia de un estudio acústico previo a la autorización de mesas y sillas en las terrazas.

Igualmente, se modifica el artículo 59 que hace referencia a las actividades de artes escénicas que puedan generarse en edificios residenciales como una excepción a las prohibiciones existentes en esta materia, lo que constituye una reivindicación histórica del sector teatral.

Además, se introduce una modificación en el artículo 60 que pide una distancia de 30 metros entre locales sujetos a la normativa de espectáculos públicos como medida preventiva para evitar la acumulación de espacios de características parecidas en zonas de la ciudad que puedan estar potencialmente saturadas.

También se han introducido modificaciones en materia de toques de campana y relojes, a las que se dedica un capítulo y un anexo, y que han sido abordadas con el Arzobispado de València.

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