Tuéjar finaliza la restauración del campanario de su histórica iglesia parroquial
Quien
hace unos años visitase la localidad serrana de Tuéjar, no reconocería hoy día
su iglesia parroquial. Y es que tras varios años de trabajo e inversiones el
templo religioso de este municipio valenciano ha vivido un verdadero regreso a
sus orígenes.
Tras
la reforma del frontispicio en 2019, hace unos días se daban por concluidos los
trabajos de recuperación de la torre-campanario que ha sacado a la luz
nuevamente la coloración primigenia y recuperado todo su esplendor como
monumento más emblemático de la localidad.
Con
ello la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, a quien está dedicada, ha
dejado atrás el revoque que la cubría y ha recuperado el aspecto de hace
siglos, incluyendo elementos casi olvidados por el propio vecindario como el
reloj de sol que durante décadas marcó las horas en este pequeño pueblo de la
Serranía valenciana.
Los
trabajos de esta última fase, con un presupuesto de 67.000 euros, han sido
subvencionados en 40.000 euros por la Generalitat. El montante restante será
abonado por la iglesia con la ayuda de vecinos y ayuntamiento, en una acción
conjunta en la que buena parte del pueblo se ha implicado por recuperar este
importante patrimonio por su valor histórico, además de religioso.
El
consistorio tuejano ha editado además el libro de las Fiestas Gordas celebradas
este verano y escrito por el cronista oficial Tomás Varea cuya recaudación de
venta irá destinada a sufragar la obra.
Templo del siglo XVII
La iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en el municipio de Tuéjar (Serranía-Alto Turia), declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, es una muestra representativa de la primera arquitectura barroca valenciana, que posee además influencias castellanas.
Fue
construida por el arquitecto turolense, Juan Pérez Castiel, siendo una
elaboración original de éste, durante la segunda mitad del siglo XVII.
La
planta del templo es de cruz latina, con capillas laterales intercomunicadas a
lo largo de los tres tramos de la nave principal, tiene las sacristías junto al
presbiterio y torre campanario a los pies. Sobre la sacristía vieja, al lado
del evangelio, se encuentra el llamado «coro», lugar donde se ubicaba el
órgano, desaparecido durante la guerra civil.
Se
cubre con bóveda de cañón tabicada con lunetos en la nave principal, y cúpula
sobre pechinas y tambor en el crucero.
La
fachada es un paramento plano rematado por la cornisa y espadaña, con su
campanil, en el centro. La portada, accesible subiendo por una escalinata de
piedra, es de piedra caliza y se compone de unas pilastras laterales que
soportan un entablamento sobre el que se sitúan pináculos piramidales con bolas
y un edículo con frontón curvo con venera en su interior. A la derecha está la
esbelta torre, de estilo neoclásico, que consta de tres cuerpos.
En
la iglesia también trabajaron el escultor Domingo Cuevas que realizó el
retablo, hoy desaparecido, y José Mínguez a quien se atribuye el campanario.
La
iglesia posee una abundantísima decoración aplicada en yeso de potente
volumetría cuyos temas decorativos son característicos de Pérez Castiel.
La
iglesia de Tuéjar es uno de los más claros exponentes de la renovación no solo
formal, sino de técnicas constructivas, que se produce en la arquitectura
valenciana a partir del último tercio del siglo XVII, época en la que se adopta
con carácter generalizado la bóveda tabicada para la cubrición de naves,
abandonando las bóvedas de crucería y fábricas de tapial.
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