El río Palancia se tiñe de negro al arrastrar las cenizas del incendio de Bejís

Tras el fuego, el peor escenario posible son las lluvias torrenciales. Las trombas de agua erosionan los terrenos devastados por las llamas que ya sin vegetación quedan abocados a la desertización. Ese el gran temor de los expertos. Es lo que está ocurriendo en la zona de Bejís, donde en agosto se quemaron unas 19.000 hectáreas. El río Palancia baja ahora de color gris tras las intensas precipitaciones caídas este jueves en la provincia de Castellón, donde localidades como Betxí y Artana registraron hasta 56 litros por metro.



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