Denuncian una oleada de actos vandálicos en los cotos de caza de la provincia

 

El vandalismo que sufren los cotos de la provincia de Valencia es una situación generalizada. Náquera, Turís, Camporrobles o L’Ollería son algunos de los municipios afectados por estos actos devastadores donde los animales son los primeros damnificados, y que echan por tierra el trabajo de cuidado y mejoras que realizan los cazadores los 365 días del año.

El club de caza “El Molón” de Camporrobles lleva años sufriendo vandalismo en su acotado. En los dos últimos meses, cuatro veces han amanecido destrozados, a pedradas, varios bebederos instalados para abastecer a la fauna silvestre: “Es una situación insostenible, ya que en el acotado tenemos más de 100 puntos de agua y no podemos controlarlos todos diariamente”, explica Antonio Lorenzo Romero, Secretario del club.

El club de cazadores de Turís está sufriendo una situación similar. Son reiteradas las ocasiones en las que los bebederos del acotado han sufrido desperfectos: “Aparecen sin tapa y llenos de piedras o con rocas situadas encima de las boyas para que se vacíen completamente… no entendemos el beneficio de estas acciones”, lamenta Francisco Javier Pérez, Presidente del club. “El esfuerzo de mantenerlos llenos, limpios y los recursos económicos que destinamos no sirve para nada”, concluye.

Por su parte, Pascual Adrián Martínez, Presidente del club de cazadores “El Águila” de L’Olleria, denuncia los continuos destrozos que están padeciendo en las infraestructuras instaladas para abastecer a la fauna salvaje: “Estos individuos, en vez de boicotearnos, deberían de emplear sus esfuerzos, como hacemos nosotros, para rellenar los bebederos y favorecer la fauna. Los cazadores contribuimos a mantener el equilibrio de los ecosistemas”.

También, Vicente Arnal, Presidente del club de cazadores “El Gavilán” de Náquera, lamenta el vandalismo que sufren las balsas del coto: “Este verano la autoridades tuvieron que cerrar el paso para tratar de evitar que las balsas aparecieran repletas de piedras, residuos plásticos y vidrios, aún así la situación es incontrolable”.

Respecto a las mejoras que se realizan en los cotos, costeadas en su integridad por las sociedades de cazadores, además de la instalación y mantenimiento de los bebederos, las sociedades se encargan de realizar siembras, llenado de balsas y labores de desbroce y limpieza de campos para la prevención de incendios: “Todas estas acciones que llevamos a cabo de forma altruista, con nuestros propios recursos y sin subvención ninguna, son desconocidas por gran parte de la sociedad, es por esa razón que suceden este tipo de actos vandálicos”, concluye Javier García, Presidente del club de Camporrobles.

También son víctimas de vandalismo el Club de cazadores “Cerro gordo” de Villar del Arzobispo, el Club de cazadores “El Faisán” de Pedralba, el Club esportiu de caçadors de Bocairent, la Asociación deportiva “San Vicente Ferrer” de Algimia de Alfara, la Sociedad de caza y tiro Torrente, el Club de cazadores de Puzol, el Club de cazadores “La Concordia” de Lliria, el Club de caza y tiro de Utiel, la Sociedad de cazadores “Alto Pino” de Serra, el Club de cazadores “La Perdiz” de Cheste, el Club de cazadores “La Montelieta” de Benaguacil, el Club de cazadores “La perdiz blanca” de Énova y el  Club caza y tiro “La Alegría” de Olocau, entre otros.

La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana lamenta estos ataques contra el trabajo de los cazadores e insta a las autoridades a sancionar estas actuaciones para evitar su recurrencia. Desde la Federación de Caza queremos mostrar todo nuestra rotunda condena a quienes cometen estas actuaciones y muestra su apoyo a todos los clubes federados que sufren actos vandálicos, poniendo a su disposición todos los servicios y recursos necesarios para acabar con este problema.

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