Bétera inicia la restauración de la histórica Masía La Barraca
El paso del tiempo ha hecho mella en la imagen de la Masía La Barraca de Bétera, por eso, ahora el Ayuntamiento ha puesto en marcha unos trabajos de rehabilitación y acondicionamiento de este edificio que responde a un proyecto original de José María Manuel Cortina en torno a la última década del XIX.
La concejal de Mantenimiento de Edificios
Municipales, Eva Martínez, ha visitado las obras para conocer de primera mano
cómo se desarrollan y avanzan “esta actuación estará en marcha alrededor de un
mes, tiempo tras el cual, se podrá volver a disfrutar de este espacio y sus
jardines que contará con un mejor aspecto”, ha señalado.
De esta manera, el área de Mantenimiento de
Edificios Municipales ha impulsado esta restauración que contribuirá a
recuperar el esplendor de esta Masía incluida en el Catálogo de Bienes
Inmuebles del Plan General y que cuenta con una protección parcial.
Los trabajos que ya se están llevando a cabo se
centran, sobre todo, en la limpieza y reparación de las fachadas así como en el
acabado de pintura. A estas obras se añade también la finalización de los baños
de la primera planta, que quedaron pendientes en anteriores actuaciones.
A fin de que se puedan restaurar y pintar, en primer
lugar, los trabajos se han centrado en la limpieza de las fachadas incidiendo
de manera particular en las zonas donde había graffitis. Todo ello, para
después comenzar a reparar las fisuras y/o grietas longitudinales que tenía el
edificio, a causa de dilataciones, contracciones debido a los cambios de
temperatura y movimientos estructurales.
Además se ha trabajado en la restauración y
reparación de los ricos elementos ornamentales que caracterizan esta Masía como
las molduras, las famosas gárgolas o la propia cornisa. Aunque la mayoría de
estos elementos han sido restaurados in situ algunos de ellos, como las
gárgolas, han tenido que ser llevadas al taller para una minuciosa
restauración.
“Estamos actuando siguiendo criterios de recuperación
para interferir lo mínimo en el aspecto original. Y así conservar y únicamente
reproducir elementos que contengan faltas, siempre a imagen y semejanza de los
que había originalmente” ha indicado la concejal de Mantenimiento de Edificios
Municipales.
En esta línea también se está trabajando en las
balaustradas de los balcones, en las jardineras, las escalinatas así como
también en los faldones y las cubiertas. Todo ello, para finalizar con la
policromía de la fachada y todos sus ornamentos.
Otro de los trabajos que se realizará es la
adecuación de los baños de la primera planta que quedaron pendientes de ser
finalizados en actuaciones anteriores.
“Apostamos por la conservación del patrimonio
histórico-cultural de Bétera porque es nuestro deber salvaguardar y promocionar
la herencia cultural que hemos recibido. Cuidar del patrimonio beterano es
cuidar de nuestro legado y nuestra historia”, ha manifestado la Alcaldesa de
Bétera, Elia Verdevío.
Actuaciones
previas
Sobre el edificio ya se ha actuado previamente en
los años 2003 y 2018. En el año 2003, se llevó a cabo una primera fase de
actuación de rehabilitación consistente en obras de urgencia para la
consolidación estructural del forjado de planta primera y la consolidación de
la solera de planta baja. Así mismo, se incluyó la adecuación de los aseos.
Mientras que en 2018, se reforzó del torreón, se
reparó la cubierta de chapa del porche, se sustituyeron diversos cristales de
la cubierta y algunas planchas de madera del falso techo. Y se actuó en el
dormitorio completando el pavimentado.
Un poco de historia
La conocida hoy como Masía La Barraca fue en su día
famosa por el nombre de Villa Morris, en honor al apellido de su dueño, Walter
Morris un comerciante británico que, según cuentan, se enamoró de Bétera y
gracias al Sr. Roda, quien le recomendó al famoso arquitecto de la época José
María Manuel Cortina, mandó construir esta villa a finales del siglo XIX. Con
su construcción, el Sr. Morris la llamó Villa Rosita tal y como se llamaba su
hija.
Las deudas del negocio llevaron a Morris a acabar
con su vida y la familia tuvo que vender esta villa que pasó a manos de la
Familia Iborra, quien construyó una capilla y dos barracas, por las cuales años
más tarde sería conocida como Masía La Barraca.
En 1990 los jardines y la Masía dejaron de ser
privados para convertirse en públicos y la titularidad pasó a ser municipal. En
la actualidad es la sede de la Asociación de Amas de Casa y Consumidores Tyrius
de Bétera.
Sin duda, estas obras supondrán una mejora del
edificio que permitirá a los vecinos y vecinas de Bétera disfrutar de la
belleza de esta villa familiar reconvertida en espacio municipal.
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