Domeño y Gestalgar aprueban sus Planes Generales Municipales
La Diputació de València continúa dando muestras de su compromiso para ayudar y acompañar permanentemente a los municipios más pequeños, una tarea esencial para el área de Asistencia a Municipios que dirige Amparo Orts, y que se ejemplifica de la manera más clara en la ayuda que presta a estas localidades a la hora de elaborar sus Planes Generales Municipales (los antiguos Planes Generales de Ordenación Urbana).
Los últimos ayuntamientos que han logrado sacar
adelante sus planes generales gracias al impulso de la corporación provincial
han sido los de Domeño y Gestalgar, ambos pertenecientes a la comarca de La
Serranía. Con esta aprobación, se pone fin a una situación de anomalía, en la
que las dos poblaciones estaban regidas por una serie de desfasadas normas subsidiarias
del siglo pasado, con las que no se podía dar respuesta a los desafíos propios
de un periodo como el actual.
Ante las dificultades que dos ayuntamientos del
tamaño de Domeño y Gestalgar tienen para superar por sí solos un farrogoso
proceso de elaboración del Plan General Municipal, caracterizado por la gran
cantidad de trámites por los que hay que pasar, la Diputación se encarga de
toda la tarea de coordinación y supervisión del Plan General, desde la
contratación del equipo redactor a la aportación de técnicos especializados en
esta clase de trabajos. Para su realización, el área de Asistencia a Municipios
ha destinado una inversión total de 160.000 euros.
Domeño
El nuevo plan de Domeño, que hasta ahora contaba con
una normativa aprobada en 1994, dota a sus habitantes de una regulación
urbanística actualizada que recoge las nuevas necesidades y al mismo tiempo
incorpora unas ordenanzas de la edificación que respetan la singularidad y
cualidades estéticas del patrimonio edificado de Domeño.
En las zonas residenciales de nuevo desarrollo se
flexibilizan los parámetros de edificación para permitir unas viviendas de
menor coste y tamaño que atraigan a población joven, abriendo el abanico de
tipologías disponibles a todas las necesidades.
También se ordena pormenorizadamente el suelo urbano
vacante pendiente de edificación, para el que se prevé su desarrollo a corto o
medio plazo, dotando de relevancia a la integración paisajística y la continuidad
de las zonas verdes.
El caso de Domeño destaca además por ser el primer
Plan General Municipal de la Comunidad Valenciana que se aprueba íntegramente
bajo la LOTUP (Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje de la CV),
lo que ha supuesto la elaboración tanto de un Plan General Estructural como de
un Plan de Ordenación Pormenorizada.
Gestalgar
Por su parte, el nuevo Plan General de Gestalgar
sustituye un planeamiento de Normas Subsidiarias aprobadas hace 42 años. El
documento da solución, entre otros, a problemas precedentes en ámbitos y
parcelas afectadas por riesgos geológicos.
El nuevo plan ordena el posible crecimiento del
núcleo urbano regularizando una nueva fachada urbana en su frente sur, que
actualmente no tiene una definición clara y presenta una imagen que empobrece
el paisaje en su conjunto, y además organiza la conexión del núcleo urbano con
las zonas de equipamiento vinculadas al río Turia.
El plan propone también una secuencia lógica del
desarrollo del suelo urbanizable teniendo en cuenta las condiciones de conexión
y ejecución. Asimismo, adecúa las ordenanzas de edificación dividiendo el suelo
urbano en zonas con diferente calificación, considerando el crecimiento
histórico del municipio.
“Gracias al impulso de la Diputación hemos
conseguido finalizar el proceso de aprobación de nuestro plan, una norma que se
adecúa a los tiempos actuales y que permitirá un desarrollo sostenible y
razonable de Gestalgar”, declara Raúl Pardos, alcalde de la localidad serrana.
Durante la presente legislatura, la corporación
provincial ha impulsado la aprobación de los planes generales de Fontanars dels
Alforins, Almiserà, Casas Bajas, Aielo de Malferit, Palmera y Montesa.
El Plan General Municipal es un instrumento
fundamental para la ordenación del territorio de cualquier localidad, sin el
cual no sería posible, por ejemplo, modificar el paso del tráfico por dentro
del término municipal; ampliar el suelo destinado a uso industrial para acoger
nuevas empresas o actividades terciarias; o permitir la construcción de más
viviendas. Se trata, en definitiva, de definir el modelo territorial al que se desea
que tienda el desarrollo de un municipio, con la ordenación urbanística del
mismo y su concreción en diferente grado de detalle según la clase de suelo de
que se trate. Estamos hablando, por tanto, de la norma de mayor calado que
puede dictar un ayuntamiento.
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