“En muchos pueblos la farmacia se ha convertido en el centro sanitario más cercano”
Entrevista de imFarmacias a Isabel Quilis, farmacéutica de Aras de los Olmos | “La farmacia rural está descuidada”
Isabel Quilis lleva cuatro años al frente de la
farmacia de Aras De Los Olmos.
¿Cómo se vive la pandemia desde lo rural? "La farmacia rural está desarrollando un papel fundamental en la red sanitaria española, ya que en estos pueblos de la Serranía representa en múltiples ocasiones el centro sanitario más cercano en muchos quilómetros".
Así es, más aún en los tiempos que corren donde el
consejo farmacéutico, la demanda de información y la ayuda personal han sido
clave. "También se ha potenciado la fluida comunicación entre el médico de
Atención Primaria por una parte, y la farmacia por otro". A la botica de
Isabel acuden fundamentalmente pensionistas: "Los productos que más se
dispensanson los medicamentos subvencionados, debido a que la mayoría de la
población es envejecida y polimedicada". A pesar de ello, también hay
espacio para otros servicios destinado a los productos naturales y al
autocuidado: "Estamos empezando a implantar estos servicios de forma
progresiva, pues aportan beneficios y soluciones a sintomatologías muy leves
que no precisan de un medicamento como tal".
En los últimos años la farmacia comunitaria está
haciendo un esfuerzo por evolucionar en su modelo. "Algunos de los cambios
se dirigen a la integración de la demanda del paciente más joven, la
incorporación de la tecnología digital, la implantación de nuevas vías de
comunicación como las redes sociales, etc.", pero siempre sin perder de
vista lo esencial: "El consejo profesional y el paciente como centro de
nuestra actuación". El futuro está en seguir apostando por una prestación
profesional y de confianza, también por implantar nuevos servicios que sean
capaces de dar respuesta a nuevas necesidades.
"Cada farmacéutico debe conocer la realidad de
su farmacia y lo que quiere conseguir con ello para así seleccionar aquellos
servicios que puedan ser de utilidad en sus pacientes diana". La farmacia
rural se encamina hacia un escenario complejo.
"Pienso que la botica en el entorno urbano sí
es sostenible, pero de manera particular la farmacia rural está
descuidada", advierte Isabel, y añade: "Tenemos algunos problemas por
ejemplo con las guardias, que hacen difícil conciliar la vida laboral y
familiar ya que no nos podemos permitir contratar personal, no son remuneradas
y, por tanto, no son rentables".
El sector farmacéutico representa un valor seguro
porque aporta profesionalidad, prestigio y, sobre todo, valor humano y de
calidad al paciente: "Esto no puede compararse con grandes superficies
donde la cercanía, el trato familiar y el conocimiento del paciente suele ser inexistente".
Se acerca una revolución en cuanto a la
digitalización de la farmacia, pero premiando siempre la atención personalizada
e individualizada hacia el paciente: "Mi deseo es que las entidades
colegiales y las administraciones competentes destinen tiempo, soluciones y
recursos a replantearse la problemática de la farmacia rural tan importante en
la red española sanitaria".
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