El río Turia vuelve a asomarse entre las cañas invasoras

El Parque Natural del Turia se involucra en el proyecto de restauración emprendido por Limne y el Ayuntamiento de Quart de Poblet

Las brigadas del Parque Natural del Turia se han sumado esta semana a las labores de restauración ambiental que la Fundación Limne y el Ayuntamiento llevan a cabo en el río. Las acciones, encaminadas principalmente a la retirada de cañas, se complementarán posteriormente con la solarización del cañaveral eliminado, una técnica que llevará a cabo Limne y que consiste en la colocación de una malla térmica durante un año para impedir el rebrote de la invasora.

La involucración del Parque Natural permite ampliar la superficie de actuación del proyecto que, hasta la fecha, ha consistido en trabajos de poda y desbroce, apertura de caminos, eliminación de vegetación invasora y plantación de especies autóctonas.

 “Trabajamos para la continuidad y conectividad del río en todos sus tramos por cuestiones de biodiversidad, por lo que participar en proyectos como éste, en los que también se involucran entidades conservacionistas y administraciones locales, es una prioridad”, ha expresado Antonio Ballester, director del Parque Natural.

Asimismo, Ballester ha resaltado la buena marcha y resultados de la restauración de este tramo del Turia.

De hecho, esta iniciativa de recuperación ambiental del corredor fluvial periurbano del municipio, emprendida por Limne y Quart de Poblet, fue seleccionada recientemente en la ‘II Convocatoria de Medioambiente y Desarrollo Sostenible de CaixaBank y Fundación Bancaja’.

Por su parte, el concejal del área de Transición Ecológica y Cambio Climático, Juan Medina, ha agradecido la involucración de las brigadas de Conselleria, añadiendo que “Quart de Poblet es la puerta al Parque Natural y que este engranaje conjunto entre entidades y administraciones es un garante para la gestión y promoción de esta infraestructura verde”.

Para lograr tal fin, Quart de Poblet colabora desde hace años con Limne en acciones como ésta, cuyo objetivo es la mejora del bosque de ribera, para que contribuya a mejorar la calidad de las aguas y que actúe como refugio de especies.

Una invasora que genera graves problemas

La caña Arundo donax es una de las cien especies invasoras exóticas más peligrosas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Entre otros impactos, las cañas obturan puentes y conducciones tras ser arrancadas en crecidas del río, favorecen la propagación de incendios, degradan la biodiversidad, son foco de plagas y consumen enormes cantidades de agua en comparación con el bosque de ribera.

Por su parte, las formaciones de ribera autóctonas aportan importantes servicios ecosistémicos: son sumideros de CO2, sostienen una biodiversidad diversa y rica, contribuyen a disminuir la temperatura del agua y, por ende, aumentan el oxígeno disuelto disponible y extraen contaminantes del agua. Además, los bosques de ribera suponen una protección frente a las inundaciones reduciendo los caudales punta, al ser flexibles y estar adaptados a los episodios de avenidas periódicas.

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