El cuartel militar abandonado de El Polvorín podría albergar un centro de ciberseguridad
El Secretario Autonómico de Emergencias, José María Ángel, ha visitado este martes la infraestructura bélica
El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, acompañado del alcalde de Riba-roja, Robert Raga y la concejal de Planificación Urbanística, Teresa Pozuelo han visitado las instalaciones de El Polvorín.
El cuartel de Riba-roja, cerca del paraje de los
Carasoles, fue destinado como la base de artillería donde se almacenaban toda
clase de material potencialmente peligroso como explosivos, pólvora y munición.
Un patrimonio bélico que permaneció bajo los muros de contención de los nueve
túneles del “polvorín”.
El Acuartelamiento de Artillería de Riba-roja, con una
superficie de 156.000 metros cuadrados, estuvo en funcionamiento hasta 1989.
Poco después, los terrenos quedaron desafectados y las instalaciones
abandonadas.
Tras más de tres décadas, el Ayuntamiento de Riba-roja
estudiará junto con la Generalitat Valenciana qué futuros usos dar a estas
instalaciones, y que podrían estar relacionados con la ciberseguridad, la
seguridad pública o la protección ciudadana. Asimismo, se analizarán vías de
financiación europeas para llevar a cabo algún proyecto.
Este Centro de Resistencia de los Carasoles es parte
de la Línea inmediata de Valencia, construida por el Gobierno de la República
entre 1938 y 1939 para defender la ciudad en caso de ataque enemigo, aunque
nunca fue utilizada.
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