El CIPF desarrolla un método de detección de SARS-CoV-2 en muestras de saliva
Se trata de un procedimiento fiable, económico y no invasivo porque basta con que la persona aporte una muestra de saliva
El Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) está acreditado por el Instituto de Salud Carlos III para realizar test de PCR diagnósticos de COVID-19.
Su equipamiento e instalaciones, el personal
altamente cualificado y sus niveles de bioseguridad permiten llevar a cabo las
pruebas PCR para dar apoyo a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud
Pública y a sus centros de salud y hospitales.
Además del análisis de muestras nasofaríngeas (NP)
que reciben por parte del sistema sanitario para la realización de pruebas de
PCR, un equipo de investigadores e investigadoras del CIPF llevan meses
trabajando en el desarrollo de un nuevo test de detección de SARS-CoV-2 a partir
de muestras de saliva.
Test de saliva similares han sido aprobados de
urgencia por la FDA estadounidense, como es el caso del test
"SalivaDirect" desarrollado por la universidad de Yale (consultar
aquí).
Otros centros españoles y europeos de referencia
realizan también estudios parecidos a partir de muestras de saliva. Las
principales ventajas que ofrece este tipo de test sobre la PCR nasofaríngea es
que son menos invasivos, consistentes y económicos.
Asimismo, otra ventaja muy importante de emplear
muestras de saliva para realizar las pruebas PCR es que ofrecen minimizan la
interacción física de los trabajadores y las trabajadoras del sistema sanitario
con posibles personas infectadas. El propio paciente puede tomar su muestra y
entregarla en su centro de salud dentro de un recipiente cerrado y de forma
segura. Además, al ser no-invasiva no supone ningún dolor ni molestia para los
pacientes, un punto que puede facilitar una mayor participación en programas de
rastreo.
Este tipo de test, según estudios científicos
recientes, permite realizar más pruebas a más personas en menos tiempo, siempre
con el objetivo de cortar las cadenas de contagio.
El jefe del Laboratorio de Inmunología Molecular y
Celular del CIPF, Enric Esplugues, uno de los investigadores que lidera el
equipo COVID-19 del CIPF. Asegura que los test de PCR para la detección del
SARS-CoV-2 "se basan en analizar muestras biológicas donde ya sabemos que
reside el virus, por ejemplo, en muestras nasofaríngeas o muestras de saliva.
La obtención de muestras nasofaríngeas puede ser complicada y molesta si la
comparamos con la obtención de muestras de saliva".
"Además, la prueba de detección de SARS-Cov-2
en saliva mantiene una alta sensibilidad", añade el investigador.
La saliva, una
alternativa viable y muy sensible
La saliva, según diferentes estudios científicos
publicados en las últimas semanas, es una firme candidata para el diagnóstico
de Covid-19 porque su recolección es mínimamente invasiva y ha mostrado una
sensibilidad comparable a los hisopos nasofaríngeos. Además, la metodología
usada por los investigadores del CIPF no requiere de la purificación de RNA.
La directora del CIPF, la doctora Deborah Burks,
considera que es una forma de avanzar con las pruebas de cribado, incluso a
gran escala: "Es un método muy apto para niños porque esta metodología se
adapta perfectamente a un programa de screening masivo, puesto que se pueden
emplear pools de muestra".
"Es posible detectar pacientes de Covid-19 en
estadios muy tempranos o con cargas virales bajas con resultados comparables a
las pruebas de PCR a partir de muestras nasofaríngeas", añade la doctora
Burks.
Otros
proyectos del CIPF sobre el virus SARS-CoV-2
El doctor Francisco J. Iborra, junto al doctor
Fernando Almazan del CSIC, llevan a cabo un estudio sobre las modificaciones
que induce el SARS-Cov-2 en el metabolismo celular. Los virus, cuando nos
infectan, modifican el metabolismo celular en su beneficio, para optimizar su
crecimiento y expansión.
"Si descubrimos dianas metabólicas, podremos
actuar de manera farmacológica, impidiendo o al menos interfiriendo en la
progresión de la infección", señala el Dr. Iborra. "Usando dicha
estrategia, hemos identificado varias dianas y nos encontramos en proceso de
validar su impacto en el curso de la infección", añade el investigador.
Por su parte, el laboratorio de la doctora Mar
Orzáez estudia el papel que desempeñan en la activación del inflamasoma las
distintas proteínas que conforman el virus. Este grupo investiga las
estrategias farmacológicas que resultarían más adecuadas para inhibir la inflamación
inducida por el virus.
"Es ya un hecho demostrado que la activación
del inflamasoma ocurre en pacientes graves de Covid-19 y existen evidencias que
relacionan la magnitud de su activación y su progresión durante la
hospitalización, con la evolución clínica del paciente", señala la
investigadora del CIPF.
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