“Es un orgullo comprobar cómo la biblioteca se ha convertido en punto de encuentro para los losillanos”


+ TURIA | La biblioteca de Losilla cumple 30 años con más de 10.000 ejemplares en sus estanterías | Entrevistamos al losillano Javier Mora, alma y motor de este singular y único espacio cultural de la Serranía valenciana
Dice la sabiduría popular que el saber no ocupa lugar y que, añadimos, la cultura es nexo de unión y motor de desarrollo. Lo es, en mayor medida, en los municipios más pequeños donde cualquier proyecto cultural se convierte en punto de encuentro para vecinos y visitantes, en homenaje a la historia propia y en prueba de la vitalidad de un pueblo.

Nos acercamos hoy hasta la pequeña aldea de Losilla, pedanía de Aras de los Olmos, con apenas una veintena de residentes habituales (multiplicado por 10 en épocas vacacionales) donde un pequeño gran proyecto cumple este año tres décadas de existencia convirtiéndose, como decimos, en motor de la vida diaria de la aldea.
Con más de 10.000 ejemplares en sus estanterías, la biblioteca de Losilla es el claro ejemplo de que la cultura sí ocupa lugar. Y que hay que cuidarla como uno de los tesoros patrimoniales más importantes.
Javier Mora Rubio, jubilado losillano, es el alma y motor de este rincón de la Serranía valenciana y habla de la biblioteca con el cariño que se le tiene a un hijo.
“Empezamos este proyecto a finales de la década de los 80. Fue una de las principales motivaciones de la Asociación Cultural que teníamos en el pueblo, que dio el primer empujón adquiriendo numerosos ejemplares que dieron forma a la biblioteca de entonces”.
La actual biblioteca de Losilla fue la heredera de otra gran biblioteca que poseía la aldea en los años 50 y que con el paso del tiempo, y la aciaga despoblación, acabó desapareciendo.
Con ella en el recuerdo, la Asociación Cultural y sobre todo, el empeño de Javier, hicieron de una pequeña idea un gran proyecto sostenido en el tiempo.
¿Cómo llega a tener un pequeño pueblo más de 10.000 libros? “Con la constancia e implicación de muchos losillanos”, explica Javier con orgullo. “Al principio pudimos comprar muchos ejemplares, gracias al presupuesto propio de la Asociación y de ayudas de las instituciones públicas. Luego nosotros hicimos lo más importante: dar vida a los libros e ir saneando la colección. Al fin y al cabo, una biblioteca con salud es aquella que es cuidada diariamente y saneada. Y por supuesto demandada por los vecinos”.
Desde algunas bibliotecas valencianas, especialmente la biblioteca de usuarios de La Fe, colaboran también entregando libros que Javier “acarrea” hasta la aldea como un tesoro.
Mayores y pequeños se acercan hasta el edificio multiusos, donde se encuentra instalada, para encontrar algo que llevarse a los ojos. “Es un orgullo para mí encontrarme con jóvenes a los que les han mandado un trabajo o una lectura en el colegio y que lo primero que hacen es preguntarme si tenemos esos libros”.
En conmemoraciones especiales, como el Día del Libro, Javier saca a la calle su biblioteca y reparte libros a quien quiera disponer de un tiempo de “soledad en buena compañía”.
Son 30 años de libros, de cultura, al fin y al cabo, que como decíamos, es motor de desarrollo y seña de identidad, de vitalidad de un pueblo, más allá de problemas demográficos.
Desde estas páginas nuestra enhorabuena a Javier y a Losilla por su gran trabajo.






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