Las mujeres se ponen al frente de la lucha contra el Covid-19 en el territorio rural
+ TURIA | La producción de gel, batas y
mascarillas une a las mujeres del mundo rural
Las mujeres rurales no
sólo siguen al frente de sus tareas, sino que también colaboran contra la
propagación del coronavirus con sus propios medios en tareas como la fabricación
de batas, mascarillas y geles desinfectantes en la España vaciada.
El perfil es variado, ya
que están participando desde jubiladas hasta agricultoras, emprendedoras o
diseñadoras en una lucha cuyo objetivo es combatir, aunque sea a pequeña escala,
el avance de la pandemia, que ya supera los 100.000 contagiados y los 10.000
fallecidos en España.
Una de las participantes
en esta movilización es Emilia Ramos, que desde su casa en Valdelacalzada (en
Badajoz) fabrica mascarillas para las personas mayores de la localidad y para
los que tengan que acudir al médico.
Explica a Efe que
decidió sumarse después de que el Ayuntamiento pidiera ayuda a las personas que
tuvieran máquinas de coser en casa y pudieran trabajar con telas cedidas por
empresas.
"Hay mucha gente
que se ha quedado con ganas de hacerlas. Cuando la gente se ha apuntado a la
convocatoria ha habido tantas que no ha habido material para repartirlo entre
todos", asegura.
A la producción de
mascarillas se ha sumado la Asociación de Mujeres Rurales Clara Campoamor de
Campo de Criptana (Castilla-La Mancha), y un grupo de entre 15 y 20 mujeres en
cuatro días ha producido 90 mascarillas cada una a petición del Ayuntamiento,
cuenta Mari Carmen Alberca, miembro de la asociación.
Esperan recibir nuevas instrucciones,
lo que podría llevarles incluso a comenzar a producir batas para los sanitarios
de la zona.
Antes del estado de
alarma, Mari Carmen trabajaba como conductora en un centro de mayores, cerrado
ahora por el estado de alarma y cuyos trabajadores aguardan instrucciones para
ver si les derivan a un hospital cercano para dar apoyo.
Un perfil distinto es el
de Esther Ibañez, de la localidad Ojos negros (Teruel), quien compagina el
trabajo de fabricar mascarillas con su madre para los centros de salud y para
mayores con sus responsabilidades como ganadera y como madre de un niño de 6
meses.
Gestiona el cuidado de
600 terneros y produce las mascarillas en las dos o tres horas que le quedan
libres cada día, detalla a Efeagro.
Entre las mujeres que
compaginan su trabajo fuera del hogar habitual con las ayudas a la comunidad
también está Rosa Pérez, diseñadora y monitora en un taller de costura en la
localidad de Montalbán de Córdoba, que junto a veinte persona ha llegado a
producir 3.000 mascarillas hasta la fecha que han sido destinadas al
ayuntamiento, al centro de salud y a algunos hospitales de la región.
Pero no todo es tratar
la tela, ya que a la confección de batas y mascarillas también se le ha sumado
la fabricación de geles, como en el caso de Jimena Ventura, en Castañares de
Rioja (La Rioja).
Junto a su socia Mari
Cruz, gestionan La Despensa del Jabón, un local en el que venden de forma
"online" materias primas para cosméticos y jabones, y donde ofrecían
clases para hacer productos artesanales.
Desde su taller, y con
la ayuda de una colaboradora, producen gel desinfectante para distribuirlo
entre los vecinos a través del ayuntamiento; ya han donado 500 envases a 500
habitantes.
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