Dos serranos ponen en forma a los mayores durante la cuarentena


+ TURIA | Alberto Serral y Toni Regodón, graduados en Educación Física y especializados en envejecimiento activo, pusieron en marcha el proyecto ‘Añade vida a los años’
Dos graduados en Educación Física especializados en envejecimiento activo se han propuesto que las personas mayores se muevan durante el confinamiento: dan clases en directo por Instagram y graban vídeos que se envían por grupos de WhatsApp, incluido el del bando de algún municipio.

Son Alberto Serral y Toni Regodón, oriundos de Losa del Obispo y Tuéjar, quienes explican a EFE que al inicio del confinamiento por el coronavirus se dieron cuenta de que en las redes sociales se pueden encontrar clases de zumba, aerobic, yoga y todo tipo de deporte, pero para los mayores "no había nada" y decidieron que no podían "quedar desatendidos".
Con el objetivo de llegar a la máxima gente posible, y no solo a los 120 mayores de seis localidades valencianas a los que entrenan gracias al proyecto "Añade vida a los años", tres días a la semana hacen directos en su cuenta de Instagram (Entrena.Diferente), y además graban vídeos resumidos que comparten por WhatsApp y en su página de Facebook.
"El objetivo es que los mayores se activen y que por los menos ocupen 45 minutos de su tiempo en algo de movimiento; eso al final es productivo, porque generas hormonas de la felicidad y te sientes mejor", señalan los entrenadores, quienes recurren a ejercicios generales para que todos puedan seguir las clases sin riesgo y con seguridad.
Una silla, una botella de agua, unos paquetes de arroz o el palo de una escoba son suficientes para participar en estas clases virtuales, en las que dan pautas generales y luego adaptaciones para gente con movilidad reducida, de manera que por ejemplo a quien no se puede levantar solo en las sentadillas le proponen un punto de apoyo.
Se trata de que los que están al otro de la pantalla puedan "activar músculos que se quedan un poco más dormidos en esta situación de tanta parada", con unas clases en las que buscan que no sean "ni demasiado fáciles para que la gente abandone aburrida, ni demasiado difíciles para que se ofusquen", aseguran.
La respuesta de los usuarios les llega nada más acabar las clases, a través de mensajes en los que les dicen que, aunque no salen de casa para nada, gracias a ellos se mueven y parece que están menos "atrofiados", y les confiesan también que tienen ganas de poder hacer las clases de forma presencial.
Alberto y Toni admiten que el entrenamiento de las personas mayores habitualmente es "un campo bastante olvidado" pero que a ellos les gusta mucho, pues es "muy emotivo" sentir que están ayudando a "gente que suele estar un poquito más apartada" a que pueda vivir su vida como lo hacía antes.
Recomiendan a las personas mayores que en estos días de confinamiento "se dediquen tiempo a ellos y entrenen un poco para disfrutar y desconectar, porque les va a ir bien", y admiten que es complicado que muchas personas mayores que viven solas se puedan descargar la aplicación de Instagram y seguir sus directos.
Ambos iniciaron en 2017 en Villar del Arzobispo, la localidad valenciana donde residen, un proyecto para entrenar a personas mayores y actualmente cuentan con doce grupos en seis municipios de esta comarca de interior (Villar, Chulilla, Sot de Chera, Losa del Obispo, Chelva y Tuéjar) en los que participan unas 120 personas.
Entrenan a personas de entre 60 y 89 años -llegaron a tener una usuaria de 100 años- que, además de mejorar la salud a nivel fisiológico, tienen en las clases una excusa para la interacción social en estas zonas rurales, pues cuando acaba es el momento de "tomarse el cortadito y hablar de sus cosas".
Confiesan que nunca habían hecho un directo en Instagram y que han tenido que aprender sobre la marcha mientras enseñan a los mayores cómo mover las articulaciones, la cadera, los hombros o los tobillos sin peligro, con la vista puesta en que no empeore su estado físico en este parón forzoso.

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