Muere electrocutada el águila pescadora “Marina” en l’Albufera de Valencia
+ TURIA | Adensva denuncia que el 95 por ciento de
los tendidos eléctricos valencianos no han sido adaptados para evitar estos
accidentes
Un ejemplar de águila
pescadora que fue bautizada por una niña de un colegio de Pego como “Marina” ha
muerto electrocutada al posarse sobre el tendido eléctrico en l’Albufera de
Valencia, donde estaba pasando el invierno.
Así lo ha denunciado en
un comunicado la Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia
(ADENSVA), que considera que la muerte de este ejemplar “era un hecho
previsible, debido a que más del 95 por ciento de los tendidos eléctricos valencianos
no han sido adaptados para evitar electrocuciones”.
El ejemplar que ha
muerto es una de las cuatro águilas pescadoras Pandion haliaetus liberadas en
el proyecto de reintroducción de la especie durante 2019 en la Marjal de
Pego-Oliva y que estaba en l’Albufera pasando el invierno y ha perdido la vida
al posarse sobre un apoyo eléctrico y recibir una descarga de miles de voltios.
Para la entidad “resulta de una irresponsabilidad extrema que a día de hoy
l’Albufera, el humedal más emblemático de la Comunitat Valenciana y amparado
sobre el papel bajo las figuras de protección de Zona de Especial Protección
para las Aves, Parque Natural o humedal RAMSAR, entre otras, no tenga desde
hace años adaptados todos sus tendidos eléctricos para evitar la electrocución
de las aves”.
La Fiscalía Provincial
de Valencia ha iniciado diligencias de investigación penal a raíz de una
denuncia presentada por ADENSVA sobre las continuas muertes por electrocución
de avifauna en tendidos eléctricos de la Albufera y sus alrededores. Estos
hechos, según asegura, pueden constituir una vulneración de las leyes de
Responsabilidad Medioambiental, Patrimonio Natural y Biodiversidad, así como de
las que regulan el Sector Eléctrico.
La denuncia presentada
hace referencia a la muerte por electrocución de gran cantidad de aves desde el
año 2015, entre las que destacan 44 rapaces. Cifras como 22 cernícalos Falco
tinnunculus, 7 ratoneros Buteo buteo, 1 búho real Bubo bubo, 5 águilas calzadas
Aquila pennata, 1 halcón peregrino Falco peregrinus o 2 lechuzas Tito alba “son
tan solo la punta del iceberg, ya que la mayoría de aves electrocutadas en
humedales nunca se encuentran, al caer y ser desplazadas por el agua”, afirma.
En el caso del águila
pescadora “Marina”, aun estando equipada mediante un emisor GPS, se necesitaron
varios días de búsqueda para poder hallar su cadáver."Con Marina son ya
dos las águilas pescadoras de este ilusionante proyecto que han muerto por
electrocución", señalan desde ADENSVA, que explican que en diciembre de
2019 el emisor de Quillo dejó de emitir y lo encontraron muerto a los pies de
un apoyo eléctrico en Fez (Marruecos).
Con esta y otras denuncias quiere
contribuir a poner fin a las electrocuciones que, como el águila pescadora
“Marina”, mueren todos los días en nuestro territorio.
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