Los grandes distribuidores cambian el arroz valenciano por el asiático
+ TURIA | AVA-ASAJA denuncia la paralización de
las compras de arroz cultivado en la Comunitat para importar arroz japónica sin
aranceles procedentes de Myanmar
La Asociación Valenciana
de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que grandes firmas de la industria
arrocera y de la gran distribución que operan en España han paralizado las
compras de arroz cultivado en la Comunitat Valenciana y otras regiones productoras
durante estas semanas posteriores a la siega, tras haber incrementado a unos
niveles sin precedentes las importaciones sin aranceles de arroz japónica
(redondo) procedentes de Myanmar.
Con esta nueva estrategia comercial, muchos
supermercados valencianos están ofreciendo, a través de marcas blancas, arroz
producido en su totalidad en Myanmar, sustituyendo al producto local y
generando un clima de inquietud en el sector arrocero con el objeto de
presionar más adelante los precios a la baja.
En concreto, representantes
de la Comisión Europea informaron, durante el Grupo de Diálogo Civil celebrado
en Bruselas, al responsable de la sectorial del Arroz de AVA-ASAJA y
vicepresidente del grupo de trabajo del Arroz del COPA-COGECA, Miguel Minguet,
que el 37% del arroz japónica de Myanmar ya entra por España, un porcentaje al
alza que lo convierte en el principal importador de la Unión Europea (UE).
“Antes de activarse, en enero, la cláusula de salvaguarda al arroz de tipo
índica –afirma Minguet– eran los países del norte de Europa los que nos hacían
la competencia desleal de manera indirecta, al introducir este tipo de arroz en
el mercado comunitario y complementarlo con el nuestro. Pero ahora son las
propias empresas españolas las que nos recrudecen la competencia desleal
directamente al sustituirnos e intentar borrarnos del mapa”.
AVA-ASAJA se suma a la
iniciativa que los arroceros italianos lideran para exigir la completa y
urgente supresión del tratado comercial de la UE con Myanmar –el cual facilita
la entrada de arroz japónica, la clase que se cultiva en la Comunitat
Valenciana, con ventajas arancelarias– alegando que este país asiático viola
los derechos humanos y comete atrocidades contra la población rohingya. “Ni más
concesiones ni más cláusulas hacia Myanmar, Bruselas debe dar un paso más allá
porque no puede anteponer absolutamente ningún interés a su firme y fundacional
compromiso con la defensa de los derechos humanos”, indica Minguet.
Desde la aplicación de
la cláusula de salvaguarda, Myanmar ha reducido un 18% los envíos de arroz
índica (82.800 toneladas en la campaña 2018/2019) pero ha aumentado en un 213%
las exportaciones de arroz japónica (85.700 toneladas) debido a la apuesta de
los operadores comerciales españoles.
Etiquetado obligatorio
AVA-ASAJA agrega la
necesidad de que el Ministerio de Agricultura –y en un ámbito más amplio la
Comisión Europea– apruebe un etiquetado obligatorio que distinga la procedencia
del origen, así como el método de producción empleado, en todo arroz que se
comercializa en los puntos de venta comunitarios, tal como ya se ha legislado
en el sector lácteo.
Minguet puntualiza que
“los consumidores no pueden identificar en muchos casos si el arroz que están
comprando ha sido producido en los parques naturales de La Albufera o el Marjal
de Pego-Oliva. Al sustituir este producto por otro foráneo como es el caso de
Myanmar, la distribución favorece el acceso a un arroz cuyo proceso de
producción no ha cumplido los mismos estándares de calidad, seguridad
alimentaria y sostenibilidad ambiental que el arroz europeo.
Por tanto, es una
estrategia que comercialmente les puede hacer ganar más dinero, pero resulta
evidentemente perjudicial tanto para los productores como para los consumidores
de la UE”.
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