El Arnau de Vilanova introduce un test de ADN para identificar tumores de forma menos invasiva
+ TURIA | Se ha empezado a realizar en pacientes
con tumores agresivos avanzados en la Comunidad Valenciana
El Hospital Arnau de
Vilanova ha incorporado en rutina clínica la técnica denominada biopsia líquida
para monitorizar la situación de los tumores avanzados. Se trata de una
estrategia poco invasiva y dinámica para identificar los tumores.
Esta nueva tecnología
denominada comúnmente biopsia líquida permite detectar con una muestra de
sangre del paciente pequeños trazos de información de los tumores, desde
células circulantes hasta muestras significativas de su ADN o ARN. Con este
método se pueden identificar mutaciones en 77 genes frente a los que existen
terapias aprobadas o en fase experimental.
Según ha señalado
Antonio Llombart, jefe del servicio de oncología, “esta técnica conlleva dos
ventajas principalmente, ya que evita biopsias y se puede extraer una
información más precisa en cuanto al comportamiento del tumor. El ADN –ARN
permite identificar alteraciones o mutaciones genéticas de manera generalizada
y aplicar un tratamiento personalizado y adaptado a esas alteraciones del
paciente”.
La técnica de análisis
de biopsia líquida supone una herramienta clave para mejorar el manejo clínico
de los pacientes y entender mejor los mecanismos moleculares que intervienen en
la diseminación y progresión tumoral.
José Vidal, facultativo
responsable de biología molecular del laboratorio de análisis clínicos del
Hospital Arnau de Vilanova ha explicado que “es una práctica novedosa con
respecto a la biopsia en tejidos, ya que aporta dos grandes ventajas: por un
lado, es una técnica mínimamente invasiva y por lo tanto cómoda para el paciente,
y por otro lado, proporciona información en tiempo real sobre la situación de
la enfermedad”.
Asimismo, Llombart ha
apuntado que “debemos ser todavía cautos con algunos de los hallazgos. En la
parte asistencial complementa el estudio de determinadas mutaciones que ya se
vienen realizando de rutina en la biopsia tumoral, a la vez que permite
determinar alteraciones menos comunes, algunas todavía no establecidas de
rutina y cuyo valor clínico es todavía incierto o en investigación”. Sin
embargo, ha señalado que “con esta práctica se puede permitir el acceso de los
pacientes a ensayos clínicos específicos tanto en el Hospital Arnau como en
otros centros donde pueda existir un estudio específico de su caso”.
El proyecto ya se ha
iniciado en pacientes con adenocarcinoma de pulmón avanzado. Durante el primer
año se hará extensivo a pacientes con otros seis escenarios de cáncer avanzado:
cáncer de mama, ovario, colorrectal, páncreas, próstata y primario de origen
desconocido.
Una vez extraída y
analizada la muestra, los resultados serán interpretados por un comité de
oncología molecular del departamento, guiado por expertos. Este comité estará
formado por patólogos responsables del diagnóstico, biólogos, otros
especialistas médicos y miembros del comité de bioética, que validarán la
información de cada caso diferenciando la información de relevancia clínica
frente a la que todavía debe permanecer en el ámbito de investigación.
Vidal ha puntualizado
que “como valor añadido, las muestras de los pacientes se guardarán para la
realización de futuras investigaciones, previo consentimiento del propio
interesado”.
La biopsia líquida, por
tanto, tendrá un papel cada vez más relevante en el manejo clínico. Según ha
manifestado Llombart “ahora hablamos de su utilidad en pacientes con enfermedad
avanzada pero en un futuro muy cercano permitirá la monitorización mucho más
precisa de pacientes con cáncer”.
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