La suciedad invade el Parque Fluvial del Túria a su paso por Riba-roja
+ TURIA | El alcalde, Robert Raga, exige una
reunión con la Conselleria de Mireia Mollà para corregir el abandono
El Ayuntamiento de
Riba-roja de Túria se ha plantado. Denuncia el estado de abandono y suciedad
que presenta el Parc Fluvial del Túria en el tramo que atraviesa este término
municipal desde hace meses y urge a la Conselleria de Medio Ambiente a una
reunión urgente para que acondicione las áreas afectadas y repare los
desperfectos hallados.
Tal como informa el diario Levante, un informe municipal elaborado por los técnicos del
Ayuntamiento de Riba-roja ha detectado numerosos focos de suciedad, basuras y
desperfectos a lo largo de los 9,8 kilómetros del parque que transcurren sobre
este término municipal que bordea el curso del río a lo largor de una pista
ciclo peatonal. En total, el parque consta de 27 kilómetros desde el Parque de
Cabecera en València hasta Vilamarxant.
Debido al estado, el
ayuntamiento exige que la conselleria que dirige Mireia Mollà analice el estado
de este tramo. Además, el consistorio de Robert Raga (recién elegido presidente
del Consorcio Valencia Interior) convocará la junta de la Asociación de
Municipios Vinculados al Parque Natural del Túria para unificar criterios de
actuación.
El estudio describe de
forma pormenorizada la situación que presentan actualmente los siete tramos en
los que se dividen los cerca de 10 kilómetros de longitud, en especial las
siete pasarelas que sirven para cruzar el río Túria en cada tramo y se centra
en los inconvenientes que supone el abandono para los usuarios del parque y
para los vehículos de mantenimiento y emergencia.
De hecho, en el tramo
que discurre entre Els Pous y la Presa el camino de acceso se halla en muy mal
estado debido a la erosión por la lluvia, lo que dificulta notablemente el paso
de los vehículos los vehículos que mantienen el parque. Además, la cadena que
corta el paso a turismos ha desparecido y deja expedido el camino en un área
invadido por las cañas.
La presencia de basuras,
residuos sólidos, botellas, latas, colchones o sillas es habitual en alguno de
los tramos. Vertederos improvisados que suponen una agresión al entorno natural
pero también generan riesgos de incendio en la zona y que en caso de
producirse, los vehículos de emergencias no podrían acceder hasta la zona.
Las traviesas de los
puentes colgantes también presentan desperfectos, con el peligro que supone
para peatones y ciclistas. A las pasarelas se unen las deficiencias que
presentan las señales de acceso, pintadas o volcadas en ciertos puntos del
tramo.
Por
último, cabe señalar la proliferación de la vegetación entre la Explanada y el
Motor Mas del Conde, que invade el camino y los cuatro accesos de emergencia
permiten la presencia de vehículos no autorizados en verano.
Comentarios
Publicar un comentario