Baleares no quiere declarar el cangrejo azul como especie invasora


+ TURIA | La Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad establece que las especies catalogadas como invasoras no se pueden pescar, transportar ni vivas ni muertas, ni comercializar
El Govern balear no es partidario de que se declare especie invasora el cangrejo azul (Callinectes sapidus), una especie exótica que empieza a proliferar en varios puntos del litoral de las islas, porque esa catalogación legal limitaría su posible control en caso de que sea necesario.

«Tenemos que tener herramientas para poder gestionar», explica el jefe del Servicio de Protección de Especies, Iván Ramos, en declaraciones a Efe sobre este cangrejo cuya presencia ya se ha detectado prácticamente en todos los «hábitats propicios» de Baleares y que no figura por el momento en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
La razón de que pueda ser conveniente que no sea declarado legalmente invasor es que Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad establece que las especies catalogadas como invasoras no se pueden pescar, transportar ni vivas ni muertas, ni comercializar.
«Si por el hecho de ser considerada invasora, no podemos realizar ningún tipo de control, eso nos supone una limitación muy grande de cara a querer gestionarla», explica el jefe del Servicio de Protección de Especies.
En Menorca está presente en el norte y también al sur, en las salidas de los barrancos; en Mallorca sobre todo en la zona de Llevant y las bahías de Alcúdia y Pollença, las costas de Santanyí, Ses Salines, Campos y la Bahía de Palma; en Ibiza se ha detectado en el norte, en Santa Eulària, en el Parque Natural de Ses Salines y en Formentera en s’Estany des Peix.
En algunos de estos puntos se han detectado muchos ejemplares de este cangrejo omnívoro, que «se alimenta prácticamente de cualquier cosa», y que alcanza gran tamaño, con un caparazón de entre 20 y 25 centímetros en los adultos.
l Servicio de Protección de Especies ha detectado que la especie se da sobre todo en aguas más bien salobres, donde prolifera más que en aguas abiertas, si bien también ha sido avistado hasta a 400 metros del litoral.
No se sabe con certeza cómo llegó al archipiélago, ya que al tener las patas traseras adaptadas no se puede descartar que haya llegado nadando, o bien ayudado por corrientes marinas o en aguas de lastre de embarcaciones que transportaran sus larvas, detalla Ramos.
La Universidad de las Islas Baleares está realizando un estudio que analiza posibles vías de entrada, realiza un estudio genético comparativo con los cangrejos detectados en la península y en otras zonas del Mediterráneo, y que analizará también su dieta. El biólogo Samuel Pinya lleva a cabo el «Estudio del proceso de colonización del cangrejo americano en Baleares: impactos sobre las comunidades bentónicas y los espacios naturales protegidos».
A la espera de lo que determine, ya se sabe que es un animal voraz, con casos incluso de canibalismo, pero el estudio permitirá saber más sobre «su posible impacto en los ecosistemas de Baleares», destaca Ramos.
Advierte de que, a la casi imposibilidad de erradicar las especies marinas cuando son invasoras, se añaden las características de este cangrejo: «Estamos hablando de una especie cuya hembra puede llegar a poner 2 millones de huevos, esto forma parte del plancton, circula por todas partes y pueden aparecer en cualquier punto», detalla Ramos.
Ramos señala que, si se llega a la conclusión de que es una especie nociva, por el momento las opciones para controlarlo pasarían por «incentivar su pesca recreativa e intentar con el Consell de Mallorca en las aguas interiores que se realicen actuaciones de control», dado que la institución insular es la competente en pesca fluvial, en torrentes y albuferas.
«Es una especie que tiene interés gastronómico y confiamos en que, con este interés, y si la gente va capturándolos, de alguna forma se controlará», afirma el responsable de Protección de Especies.
La base normativa de las islas dificulta posibles planes de erradicación, dado que además la Ley balear de Pesca prohíbe expresamente la captura de crustáceos decápodos.
Según el director general de Pesca y Medio Marino, Joan Mercant, por el momento en Baleares no se pesca y los ejemplares que se comercializan en los mercados de las islas proceden de Cataluña. La cofradía de pescadores Virgen del Carmen de San Carlos de la Rápita, en Tarragona, comercializó 60 toneladas en 2018. EFEverde/LifeInvasaqua

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