La nueva moda veraniega: “reventar” fiestas en los pueblos
+ TURIA | Peleas tumultuarias, drogas y comas
etílicos: la lacra de las fiestas de los pueblos en Valencia | La Policía ha
detectado que algunos grupos se organizan a través de redes sociales
Grupos violentos
armados, peleas tumultuarias, comas etílicos y robos. Las fiestas populares de
algunos pueblos de la provincia de Valencia se han convertido en el particular
«campo de batalla» de grupos de jóvenes que quedan a través de las redes
sociales para «reventar» los festejos.
Tal como detalla el diario ABC, uno de los casos más graves se registró el pasado fin de semana en
la localidad de Quart de Poblet. Allí, el Ayuntamiento suspendió las
«macrodiscotecas» previstas en el programa oficial de actos.
A pesar del refuerzo del
dispositivo de seguridad desplegado por la Policía Local y la Policía Nacional
-que cuenta con las competencias en el municipio- se detectaron «grupos
violentos y con armas blancas que se habían organizado a través de las redes
sociales, así como robos, casos de tráfico de drogas, vandalismo y comas
etílicos». El despliegue de ambos cuerpos -con un total de siete patrullas-
evitó males mayores en la «macrodiscoteca» celebrada el pasado sábado, que se
convirtió en la última de las fiestas de la localidad.
El caso de Quart de
Poblet no resulta una excepción. La Policía detectó que los jóvenes que
protagonizan los altercados proceden de otras poblaciones del área
metropolitana de Valencia. Una suerte de grupos itinerantes que se citan al
calor de los festejos populares que proliferan durante el verano.
Así, durante el mes de
julio se registraron sendas reyertas multitudinarias en las discomóviles
celebradas en Aldaya -el primer día de las fiestas patronales- y en Albal. En
este caso, al igual que sucedió en Quart de Poblet, el Ayuntamiento canceló el
resto de macrodiscotecas tras una pelea masiva en la que se vieron implicadas
más de un centenar de personas y que se saldó con cuatro heridos de diferentes
consideración. La «fiesta» terminó, de hecho, con el lanzamiento de pedradas a
los policías, que se vieron obligados a solicitar refuerzos del resto de la
comarca.
El alcalde de Albal,
Ramón Marí, decidió entonces suspender el resto de discomóviles bajo la premisa
de que «la seguridad e integridad de las personas está por encima de todo».
La Asociación Unificada
de la Guardia Civil (AUGC) reclama medios para hacer frente a este fenómeno
Apenas dos semanas
antes, tres jóvenes fueron detenidos en el vecino municipio de Picaña por los
delitos de agresión y resistencia a las Fuerzas de Seguridad en las fiestas
patronales de la población. | LEER NOTICIA COMPLETA |
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