María Utrilla, escribir en los márgenes de Instagram
+ TURIA | Entrevista a la escritora valenciana (y
conquense adoptiva) que acaba de publicar su tercera novela: ‘Cosas de
chiquillos’
María Utrilla persiste,
insiste y resiste. Es el signo de los tiempos. Comparte edad con escritoras de
éxito en las redes sociales, pero no es escritora de novelas de amor y
fantasía, aunque los editores se empeñen en explotar su pelo rubio y sus ojos
azules. Lo único que puede ocurrir es que se lleven una patada (verbal) en
pleno centro de dolor. María Utrilla es más de historias crudas, impredecibles
y desconcertantes contadas con ironía salvaje.
Graduada en Humanidades
y con un Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por el
Museo Reina Sofía. Nació con la crisis de principios de los noventa y ha vivido
su juventud resistiendo. Vive sus primeras experiencias en un mercado laboral
descorazonador. Lo raro sería que escribiera historias de princesas, aunque
haya quien lo haga.
Su historia es
particular, pero es un retrato generacional de un grupo de escritores que arañan
las puertas de la supervivencia. No habla por nadie, pero es una voz más de
unos jóvenes que hacen sátira cruel del nihilismo existencial que nos hemos
empeñado en meterles la cabeza. No está dispuesta a que nadie se crea en el
derecho de interponerse en su camino.
Tras su primera novela
‘The Heaven” en la que consiguió asfixiarnos en la deep web y su libro de
relatos de suspense radical al que tituló
‘Bajemos la luz’, acaba de publicar su tercer trabajo “Cosas de
chiquillos”. Una joven, que podría ser ella, vuelve a Madrid en el coche de un
amigo después de una noche de fiesta. Un accidente de tráfico y una
desaparición desatan una cadena de malas decisiones, que va metiendo a la
protagonista en una historia tan verosímil como angustiosa.
¿Una historia de gente jodida?
No. Es una historia de
gente a la que le ocurren cosas que pueden pasarle a cualquiera. Que tome las
decisiones menos acertadas en el momento más peligroso, lo que nos puede acabar
convirtiendo en las personas que no queremos ser.
Todos pensamos en qué
nos hubiera ocurrido si hubiéramos reaccionado de otra manera en un determinado
momento, o las consecuencias de habernos tomado la venganza por nuestra mano.
Seguro que habría muchas decisiones de las que nos lamentaríamos.
¿Por qué cosas de chiquillos?
Tuve muchas dudas con el
título, no soy escritora de títulos. El editor me convenció de que esta vez
había acertado. A veces cuando hablamos de cosas de chiquillos, parece que les
restamos importancia y no somos conscientes de que las cosas que nos pasan de
pequeños se van a proyectar en nuestro futuro.
¿Una novela a toda velocidad?
Es una novela veloz que
ocurre en sólo 6 horas vividas a toda velocidad, en la que una persona carga
con su presente, pero también con sus recuerdos. Una historia contrarreloj que
nos encierra en una atmósfera mucha más opresiva al crear un ambiente en el que
se pueden cometer errores constantemente, que hay prisas y tenía ganas de
hacerla. Van muy rápido las cosas en la novela. No hay tiempo de respirar.
¿Qué ha cambiado en María Utrilla desde su primera
novela hasta ‘Cosas de Chiquillos’?
Cuando publiqué ‘The
Heaven’ todavía no había terminado la carrera. Nunca he sido de planificar
mucho las cosas. Cuando eres más joven y empiezas, te preocupas más, le das más
vueltas, te comes la cabeza. Ahora voy más a lo mío y mucho más tranquila.
¿Cómo funcionan las tripas de literatura?
Las tripas de la
literatura son un poco feas diría yo, en España está muy complicada la cosa.
Vas a una feria del libro y encuentras los mismo libros en todas las casetas.
Solo hay espacio para
los primeros.
Lo primero que tienes
que aceptar cuando te pones a escribir, es que una editorial es una máquina de
hacer dinero, de hacer mucho dinero y sólo piensan en cuánto dinero les vas a
aportar. Eso te obliga a estar siempre aportando contenido nuevo, estar
presente en muchos sitios, buscar tus propios lectores en las redes.
Parece que un escritor
tiene que dedicar el 80% de vuestro tiempo en hacer promociones, videoblogs y
más cosas.
Con mi primera novela,
otras escritoras de mi edad me decían “vamos a quedar, te hago dos fotos y te
voy a poner en mi blog si te hace ilusión” y echabas la tarde tranquilamente.
No te preocupaba demasiado, porque eras estudiante y no tenías la preocupación
de buscar una salida laboral.
Lo de promocionar tu
literatura en los blogs y en las redes sociales hay un problema, y es que están
orientadas a un público juvenil. Las redes sociales están llenas de autores
orientados a ese público. Es un mundo muy limitado en el que es muy difícil
estar si no haces historias de fantasía y amor.
Hay editoriales que te
preguntan dónde vives, cuántas redes sociales tienes, cuántos seguidores
tienes. Lo que quieren es publicar tu libro para que se lo vendas a los amigos. Te presentan ese mundo como una gran
oportunidad y está muy focalizado en un target muy pequeño. Convertir eso en
dinero es muy complicado.
¿A dónde camina María Utrilla?
Me gustaría seguir
escribiendo y lo seguiré haciendo, para mí es una necesidad. Últimamente me
están metiendo los perros en danza para sacar un cómic y estoy trabajando en
aprender a escribir guiones. El tema es buscarse la vida y seguir escribiendo.
A ver qué se puede hacer.
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