Los procesados por asesinar en Sot de Chera al hombre que los acogía se acusan entre ellos
+ TURIA | El Ministerio Público acusa a ambos de
asesinato y reclama para cada uno de ellos 25 años de prisión y una indemnización
de 60.000 euros para el hermano de la víctima
Un tribunal del jurado
juzga desde este martes a dos jóvenes, de nacionalidades brasileña y
portuguesa, acusados de asesinar a un hombre que les alojó en su casa, situada
a las afueras de la localidad de Sot de Chera.
Según el relato de
Fiscalía hecho público por Europa Press, ambos procesados planearon matar al
dueño de la vivienda después de que este les echara y tiraron el cadáver a la
piscina atado a una roca de 30 kilos.
En esta primera jornada,
ambos procesados se han acusado mutuamente de acabar con la vida del fallecido,
que en el momento de los hechos tenía 54 años. El Ministerio Público acusa a
ambos de asesinato y reclama para cada uno de ellos 25 años de prisión y una
indemnización de 60.000 euros para el hermano del finado.
Según el relato del
fiscal, los dos procesados llegaron a la localidad de Sot de Chera, donde se
instalaron en la vivienda de la víctima, que utilizaba como casa rural.
Mantuvieron una buena relación con él y se ganaron su confianza, hasta que un
día discutieron con él y este decidió que debían abandonar la finca, lo que
ocurrió ese mismo día.
Los acusados se sentían
traicionados y deseaban vengarse de lo que consideraban un mal comportamiento
de este, por lo que idearon de común acuerdo acabar con su vida y planificaron
volver a la finca y matarlo sin correr riesgos. Así, la noche del 1 de agosto
de 2016, se presentaron en la casa y le golpearon en la cabeza de forma súbita
y sorpresiva, por lo que el hombre perdió el conocimiento.
A continuación, le
ahogaron con un trapo, le cerraron la boca con cinta aislante y le apretaron el
cuello hasta que dejó de respirar y falleció. Acto seguido y con el fin de
ocultar su crimen, ataron el cadáver con pies y manos ligados entre sí y a una
piedra de 30 kilos, le taparon la cabeza con una bolsa de plástico y lo arrojaron
al interior de la piscina.
Después, se llevaron
numerosas pertenencias del fallecido y huyeron con su coche. Los dos acusados
fueron detenidos en Portugal a finales de octubre de 2016 y traídos a España en
virtud de una Orden Europea de Detención y Entrega.
El primero de los
procesados en comparecer ha negado que el otro acusado fuera su pareja y ha
sostenido que estaban en la casa de Sot de Chera trabajando en tareas de
jardinería y mantenimiento. Ha asegurado que el otro acusado discutió
fuertemente con la víctima y esta les echó de la casa. Días más tarde
volvieron, entró su compañero a la vivienda y al salir únicamente le dijo que
había robado el coche y que se tenían que volver a Portugal.
La versión del otro
joven ha sido muy distinta. Ha asegurado que sí mantenía una relación con el
otro acusado y que fue este quien contactó con el dueño de la casa a través de
una web de "intercambio cultural", en la que buscaba un "local
gay".
Ha relatado que un día
el fallecido comenzó a decirles que se fueran de la finca y les echó "de
mala manera". Sin embargo, ha afirmado que "jamás" le agredió y
que cuando regresaron, días después, fue él quien se quedó fuera y su compañero
quien entró a la casa. Al ver que no salían, ha relatado, accedió a la finca y
vio que había luz en el cuarto de la piscina. Allí descubrió el cuerpo atado de
la víctima y ha reconocido que ambos tiraron el cadáver a la piscina.
Finalmente, ha puesto de
relieve que un compañero interno de la cárcel de Picassent, donde ambos
acusados permanecen en prisión preventiva, le contó que el otro procesado había
reconocido que el autor del crimen había sido él y que había ido a la casa a
reclamar dinero a la víctima.
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