“Al pastor de mi pueblo no le importa si soy cantante”
+ TURIA | Entrevista a Aurora Beltrán, pionera en
el “planeta rock español”, y líder del mítico grupo Tahúres Zurdos
En aquella época todo el
mundo era joven. En esos tiempos, Aurora Beltrán era una excepción en un
planeta rock poblado de machotes. Desde que en 1986 debutará como guitarrista
de Belladona en aquel el mítico disco “Las mujeres y los negros primero”
siempre ha andado remando en las aguas turbulentas de quien sabe que la
guitarra es su tabla de salvación ante los naufragios cotidianos.
Después de tantas
batallas, con riñón nuevo y con su mala salud de hierro de siempre, defiende
orgullosa el disco Usiana (2017) que la enfermedad nos privó de disfrutar como
si estuviera recién estrenado. Sigue tocando, porque a pesar de que los focos
mediáticos busquen nuevas caras a las que quemar, ella tiene su público y mucho
que decir.
Debilitada quizás, pero
jamás vencida, como dice su canción ‘Invicta”. Aurora alardea de sus 54 años
porque sabe que lo vivido tiene su mérito. Ya su primera canción llevaba por
título ‘Muerte ven’ que compuso a los trece años tras la muerte en un accidente
de su ‘noviete’. Aurora sólo podía ser rockera. Hija de familia minera andaluza
emigrada a Navarra, cuando su padre salía del agujero veía con orgullo como su
hija tenía su mismo color de sangre. Aurora nos cuenta cómo el día que murió
Franco la expulsaron del colegio. Preguntó a las monjas por qué lloraban, si
hacía unos meses que había muerto sor Rosita y no habían llorado. Entonces le
dijeron que no hay que llorar por la gente buena, porque van al cielo.
Sus comienzos en la
música coinciden con la movida madrileña, pero “hubo más movidas. Yo
personalmente me identificaba más con Evaristo que con Alaska. Además nosotros
veníamos de familias numerosas y no podíamos ir a Londres a comprarnos esas
chupas y esas botas”.
En aquella época “o eras
guapa o eras talentosa, por eso nos escondíamos tras esa ropa”, nos cuenta.
“Qué bien te queda”, me dijeron cuando por fin pude comprarme mi primera
guitarra”, y contra esa corriente ha andado siempre remando. Aurora no rehuye
ningún tema, su enfermedad renal o los años viviendo nueve horas al día no son
ningún tabú.
Tampoco rehúye hablar de
los viejos tiempos cuando algún grupo de postín se burlaba de sus Tahures
Zurdos ante seis mil personas cantando “Y tocaré, y tocaré hasta que mi culo
sangre”. “No era nuestra canción favorita, pero fue la única vez que las
discográficas metieron mucha pasta en la promoción de una canción nuestra.
Nunca más lo hicieron. Después llegó el disco maldito y todo fue a peor”.
Unos años antes alguien del
mundo de la música le ofreció “veinte mil duros por subirme a su piso. Estaba
cagada de miedo. Lo único que pude hacer es bajarme del coche y salir
corriendo. Desde entonces todo empezó a ir mal. Tengo pocas tragaderas para
eso. Lo peor de todo es que en esa época era tan normal que hasta parecía estar
bien visto, como me dijo un gerifalte de la compañía. Dejaré un libro escrito
para que se publique cuando muera”.
Nos confiesa que con la
llegada de Operación Triunfo en 2001, Sony se desprendió de muchos grupos para
hacer hueco a los triunfitos. “Era cuestión de tiempo. El disco ‘17 Años’
(2004) ya lo grabamos con Do it Records y yo misma fui la productora”.
Fotografías: Marta Feiner/Victoria Falcó
|
Aurora Beltrán nos habla
de la maternidad de las mujeres que se dedican a la música, “No tuve hijos, era
una razón logística. El resto de miembros del grupo tuvieron hijos, porque
cuando salían de giran los dejaban con sus mujeres. Para mi era parar dos o
tres años. Lo vas dejando y un día pues ya no tienes hijos. Ahora me alegro.”
Esta noche volverá de
nuevo al escenario con su guitarra acústica, aunque no esté demasiado bien
visto que una rockera no haga mucho ruido. Esta noche no cantará aquello de
Belladona de “el labio partido y un vaso roto en la mano”, porque ella dice que
siempre prefirió tocar pronto para después poder dormir.
Aurora Beltrán participó
en las III Jornadas ¿Malos tiempos para la Lírica? organizadas por Babylon
Festival y el Seminario Permanente Estudios Contemporáneos (SPEC –UCLM) en la
Sala ACUA de la UCLM y patrocinadas por
Vivo Cuenca y Eurocaja en Cuenca el 3 de mayo de 2019.
Comentarios
Publicar un comentario