AVA-ASAJA pide al Consell que elabore un plan para destinar a industria y alimentación animal los calibres pequeños de cítricos a fin de revitalizar la campaña
+ TURIA | La asociación concreta que entre 200.000
y 250.000 toneladas de cítricos menudos deberían retirarse de la circulación
para “no perturbar el precio en el mercado en fresco”
La Asociación Valenciana
de Agricultores (AVA-ASAJA) solicita a la conselleria de Agricultura la
elaboración y puesta en marcha de un plan destinado a favorecer la retirada del
mercado en fresco de aquellos calibres de cítricos que, debido a su escaso
tamaño, no reúnan las condiciones comerciales más idóneas para su venta al
público. De esta manera se conseguiría revitalizar y estabilizar la campaña
citrícola en un momento clave para el buen desarrollo futuro de la misma.
Uno de los rasgos que está
caracterizando el inicio del actual ejercicio naranjero es, precisamente, la
existencia de calibres pequeños que actúan como un elemento perturbador a la
hora de conformar precios en el mercado en fresco y, en este sentido, AVA-ASAJA
concreta que entre 200.000 y 250.000 toneladas de cítricos menudos deberían
retirarse de la circulación para ser enviados bien a la industria de
transformación, bien a la alimentación del ganado, ya que de este modo se
lograría un relanzamiento de la temporada citrícola al eliminar del canal
comercial los frutos de tamaño menos
apto.
"Durante el
arranque de esta campaña -reflexiona el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal
Aguado- se han dado toda una serie de circunstancias, tales como el retraso en
la maduración, la ausencia de frío en Europa, la recolección prematura de
algunas variedades o la abundancia de calibres pequeños que han generado un
clima de atonía comercial que a su vez ha provocado una atmósfera de
nerviosismo sumamente perjudicial para los intereses de los agricultores. Sin
embargo, ahora entramos en un momento decisivo y por eso sería fundamental
disponer de un plan de apoyo a la retirada de esa fruta de tamaño más reducido,
canalizándola a través de la industria y la alimentación animal".
De acuerdo con los cálculos
efectuados por esta organización agraria, el coste de destinar el referido
tonelaje a los fines ya aludidos con el objeto de estimular el mercado en
fresco se situaría en unos 30 millones de euros, teniendo en cuenta que el
precio a pagar por cada kilo que fuese enviado a industria o a alimentación
animal sería de 15 céntimos.
La Unión Europea ya
contempla en su normativa mecanismos de retirada para el sector hortofrutícola
que incluyen ayudas específicas para las Organizaciones de Productores (OP) -cooperativas
y OPs no cooperativas- que opten por llevar a cabo esta opción. Sin embargo, de
esos fondos comunitarios para respaldar la retirada no pueden beneficiarse los
agricultores que no estén inscritos a OPs y en el caso de la Comunitat
Valenciana, al menos el 50% de los mismos se encuentran en esta última
situación.
"Y es en este punto
-señala Cristóbal Aguado- donde tiene que entrar en juego la Generalitat
preparando, y dotando del presupuesto necesario, ese programa para incentivar
la retirada de los calibres pequeños. Pensamos que de esas algo más de 200.000
toneladas que deberían acogerse a este plan, alrededor de la mitad pueden
encauzarse a través de OPs y cooperativas usando para ellos las subvenciones
europeas, pero el resto necesita de la implicación y el soporte del Consell, ya
que los efectos de esta iniciativa serían tremendamente favorables para el
futuro devenir de la campaña citrícola".
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