La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente adjudica tareas de prevención de incendios forestales por 1,4 millones de euros
+ TURIA | Mantenimiento de cortafuegos en la zona
norte de la provincia y un nuevo depósito forestal de agua en Requena, entre
las inversiones más destacadas
La Conselleria de
Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha adjudicado
varias tareas de prevención de incendios forestales en la provincia de
Valencia.
Las adjudicaciones, que
pueden consultarse en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana del 2 de
octubre, ascienden a un importe conjunto de 1.422.869,58 euros. Estas
actuaciones están financiadas con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo
Rural (Feader).
En concreto, se trata
del mantenimiento y nueva apertura de áreas cortafuegos en la Zona de Actuación
Urgente (ZAU) Alto Palancia, provincia de Castellón, por 565.316,54 euros; de
las obras de mantenimiento de las infraestructuras de prevención de incendios
forestales de áreas cortafuegos (no ZAU) en terrenos gestionados por la
Generalitat en la zona norte de la provincia de Valencia, por 715.648,43 euros;
y de la construcción de un depósito para la extinción de incendios forestales
en el término municipal de Requena, por 141.904,61 euros.
Este depósito ubicado en
el monte de utilidad pública denominado la Casa del Doctor en Requena forma parte
de una serie de proyectos para ampliar la red de depósitos. Además de éste,
está prevista la construcción de cinco más en la provincia de Castelló, otros
seis en la de Valencia, uno en la Vall de Gallinera, y se están haciendo los
trabajos para la elaboración de otra serie de proyectos para nuevas
infraestructuras de este tipo en el resto de la Comunitat.
Entre estos proyectos se
encuentra uno específico de mantenimiento y adaptación de aproximadamente 60
depósitos metálicos existentes en las zonas forestales gestionadas por la
conselleria.
Una red de más de 400 depósitos
La conselleria gestiona
directamente una red de 429 depósitos, más aquellos otros que aunque no son de
gestión directa están inventariados para con el fin de conocer la
disponibilidad de agua en caso de ser necesaria para labores de extinción.
El mantenimiento de
estos depósitos supone un control permanente de su estado, tanto en cuento a la
estructura y elementos que lo componen, de forma que garantice su correcto
estado y funcionamiento, como que están en todo momento con la capacidad máxima
admisible de cada uno.
Por otro lado también es
necesario adecuar las zonas próximas a los mismos con el fin de permitir que
los medio aéreos de extinción que los usan realicen las maniobras de recogida
de agua con las máximas garantías de seguridad. Igualmente, han de estar
disponibles para la recarga de los vehículos contraincendios de forma que tenga
las tomas de agua operativas y adecuadas para este uso.
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