Andilla ofrece este lunes una ruta guiada por su patrimonio bélico


+ TURIA | La localidad serrana organiza un recorrido por los restos de la Guerra Civil, muy presentes en el término municipal que sufrió duramente las consecuencias de la contienda
Cuevas Ventana del Barranco del Pozo del Ontinar. Foto Javier Hidalgo
José Llodrés, Sargento de la 81ª División Nacional: “Estuvimos en una de aquellas alturas de guarnición desde donde veíamos perfectamente la capital de Valencia. La posición se llamaba Peña Salada… Cerca de donde nos encontrábamos había dos pueblos, serían Andilla y Alcublas, aunque no los podíamos ver porque estaban muy abajo”.

Entre dos líneas de guerra
Tal como explica el historiador Paco Teruel en su obra “Andilla. Guerra, patrimonio y reconstrucción”, la villa de Andilla y sus tres aldeas –Artaj, La Pobleta y Osset- formaban parte durante la Guerra Civil Española de la Línea X.Y.Z que desde Almenara hasta Santa Cruz de Moya (Cuenca) pasaba por Viver, Jérica, Andilla y La Yesa. Una línea de capital importancia en el sistema defensivo republicano. Andilla, pero, también formó parte de otra línea inacabada y menos conocida que fue bautizada como “Línea Intermedia o Línea del Palancia”, por seguir el curso de este río, con final en Sagunto.
Con la construcción de estas líneas defensivas, Andilla comienza a sentir los sinsabores de la guerra en  su propio territorio. Las montañas del municipio se llenan de ingenieros militares, zapadores y trabajadores, prisioneros forzados a participar en la construcción, y soldados, pues en el verano de 1938 el frente de guerra se había adueñado ya de la villa andillana y sus aldeas.
La cercanía del combate se sentía en estos municipios, de hecho el aeródromo alcublano solo estuvo activo el primer semestre de 1938, ya que la proximidad del frente desaconsejaría su uso en los meses siguientes. Conforme avanzaba la línea de combate, centenares de huidos de Sarrión, Bejís, Sacañet, Canales, Andilla… Vagaban por los caminos y sendas buscando un sitio donde protegerse de las bombas. Muchos de ellos encontraron en Alcublas este refugio. La mayoría de andillanos abandonaron sus casas y buscaron refugio en las construcciones de campo ubicadas en las Bodegas de Pardanchinos. No regresaron a sus casas hasta que la guerra hubo finalizado. La Baronía de Andilla –la villa, aldeas e infraestructuras, como la conducción de aguas de la Fuente Bardés- fue reconstruida por la Dirección General de Regiones Devastadas.
Andilla, enclavada entre las dos citadas líneas defensivas, padeció en su propio término las consecuencias de la guerra. Las trincheras, fortines y parapetos se adueñaron del territorio, desde donde el ejército republicano contenía los ataques de los sublevados. La Peña Parda, la cima de La Salada o el Rebalsador se convirtieron en habituales en los partes militares de republicanos y franquistas. 
Ruta guiada
Es este patrimonio bélico, como restos de una historia aún por conocer a fondo, el que el Ayuntamiento de Andilla está poniendo en valor desde hace tiempo. En este contexto el consistorio andillano ha organizado para el próximo lunes 8 de octubre una ruta guiada por alguna de las infraestructuras bélicas que salpican el término municipal.
La cita será a las 9:30 h. con salida desde la Plaza de la Muralla. Se trata de una ruta de dificultad media (debido a la pendiente que se afronta) de unos 10 kilómetros ida y vuelta. Se recomienda a los participantes venir provistos de zapatillas de montaña, ropa cómoda, almuerzo y agua.
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