Proponen que Valencia contribuya con dinero a cuidar los bosques turolenses
+ TURIA | ONGs sostienen que “Valencia tiene agua
gracias a los bosques de Teruel”
La Comunidad Valenciana
debería contribuir económicamente a la conservación de los bosques de Teruel,
al ser este el lugar en el que nacen los ríos levantinos. Más si cabe, teniendo
en cuenta que, si nadie lo remedia, la provincia va a tener que sacrificar en
favor del medio ambiente la central térmica de Andorra, uno de sus mayores
centros de empleo al que se ha puesto como fecha de cierre el año 2020.
Esta es la tesis que
defiende el Observatorio de la Sostenibilidad (OS), una ONG vinculada a la
Universidad Politécnica de Madrid y a Greenpeace, y a la que se ha sumado el
grupo Ecologistas en Acción Otus-Teruel. Tal como informa el Heraldo de Aragón,
ambos sostienen que la importancia de los bosques turolenses para la salud de
los ríos de la Comunidad Valenciana es tal que esta debe implicarse de lleno en
el cuidado de la masa forestal, financiando todas aquellas actuaciones
tendentes a evitar desbordamientos de los cauces y a garantizar un caudal
idóneo, algo que se consigue protegiendo el monte en el que surgen las fuentes
de agua.
Entre esas
intervenciones, el OS incluye el apoyo al pastoreo extensivo, el control del
matorral, el aumento de la biodiversidad, la reforestación con especies
autóctonas, la eliminación de plagas como la procesionaria, la aplicación de
medidas contra los incendios y la conservación de los bosques más antiguos, así
como actuaciones para adaptar la vegetación y los suelos al cambio climático.
Según explica el
director del OS, Fernando Prieto, el ‘pago por servicios ambientales’, como se
denomina a la colaboración entre distintos territorios para la conservación de
un paraje de interés común, ya se ha puesto en práctica en otros países con
buenos resultados, como ha ocurrido en Costa Rica en defensa de la selva
tropical.
"Valencia tiene
agua gracias a los bosques de Teruel y esa es una circunstancia que esta
provincia tiene que hacer valer, sobre todo en estos momentos en los que su
futuro se tambalea por la amenaza de cierre de la térmica de Andorra sin que se
haya creado empleo alternativo", afirma Prieto.
Por su parte, el
portavoz de Ecologistas en Acción Otus-Teruel, Nicolás Ferrer, destaca que las
inundaciones que históricamente ha sufrido Valencia se han debido en muchas
ocasiones a la deforestación del entorno de la cabecera de los ríos. "Si
Valencia quiere tener agua de calidad y que sus ríos estén en buenas
condiciones, tendrá que cuidar los bosques", subraya Ferrer. Para este
conservacionista, la alianza entre Aragón y Valencia para la protección de la
naturaleza es tan "sencilla" como la que ya existe entre ambas
comunidades autónomas vecinas para reivindicar la modernización del tren.
El río Turia, resultado
de la confluencia del Guadalaviar y el Alfambra, nace en las sierras turolenses
de Albarracín y Alfambra. Asimismo, el Mijares se origina en la Sierra de
Gúdar, el Cabriel en los Montes Universales y el Júcar en la Serranía de
Cuenca, limítrofe con los montes turolenses. También el Tajo nace en los Montes
Universales, si bien sus aguas discurren hacia Castilla-La Mancha.
La asociación ecologista
turolense considera que son los respectivos gobiernos autonómicos de Aragón y
Valencia junto con la Confederación Hidrográfica del Júcar quienes deberían
sentarse a hablar del tema y tiene previsto en próximas fechas analizar la situación
en busca de soluciones para mejorar los bosques de Teruel.
El arbolado disminuye
La demanda de OS y
Ecologistas en Acción viene respaldada por un estudio elaborado por la primera
de estas organizaciones en el que se alerta del retroceso de la superficie
boscosa que pueden sufrir las sierras de Gúdar-Javalambre y Albarracín debido
al calentamiento global por el aumento de las emisiones de efecto invernadero
procedentes de empresas. El trabajo advierte de que, de hecho, en la
actualidad, las precipitaciones y la capacidad de retención de agua en la
Sierra de Javalambre son muy inferiores a lo que fueron antaño y subraya que la
mayor extensión y mejor conservación de las masas forestales de Gúdar
minimizarían la distorsión del ciclo hidrológico.
El informe indica que,
junto con los Pirineos, la Sierra de Gúdar-Javalambre será la zona de Aragón
que más incremento de temperaturas máximas y mínimas experimente a lo largo del
siglo XXI. Ello, unido a periodos de sequía, afectará negativamente a sectores
económicos que están funcionando muy bien, como el de la nieve o el cultivo de
la trufa.
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