ACS pone a la venta las autovías que explota en España por 500 millones
+ TURIA | Entre los tramos afectados se encuentra la
Autovía del Camp del Turia CV-50
ACS ha puesto a la venta
sus autovías de peaje en sombra que explota en España a través de su filial
Iridium. Se denomina peaje en sombra cuando no se cobra directamente al usuario
por la utilización de la vía y el cargo se le hace a la Administración, de modo
que se financia con los impuestos.
El grupo que preside
Florentino Pérez ha iniciado los trámites para buscar asesores para el proceso,
que prevé lanzar a la vuelta del verano, según explican diversas fuentes
financieras. La operación se estima en un importe superior a los 500 millones
de euros. Con ello, la multinacional española obtendría fondos para amortiguar
el desembolso realizado para comprar Abertis. Desde ACS no hicieron ningún
comentario.
Iridium gestiona en
España un total de nueve autovías de peaje en sombra. Bajo este modelo la
empresa construye y financia la carretera y la Administración paga anualmente
un canon en función del tráfico y la disponibilidad. De esta forma, los
usuarios no pagan directamente, sino que se costean vía impuestos.
Los nueve peajes en
sombra que gestiona la filial de ACS suman una longitud de más de 360
kilómetros de autovía y acumulan un volumen de inversión conjunto superior a
los 1.530 millones de euros, de acuerdo con los datos recogidos por la
compañía. Se trata de la A-308 Iznalloz-Darro, en Andalucía; la A21- Autovía
del Pirineo (Navarra), la Autovía de la Mancha (Castilla-La Mancha), la Autovía
de los Pinares (Castilla y León), la Autovía del Camp del Turia CV-50
(Comunidad Valenciana), la Autovía Medinaceli-Calatayud, que discurre por
Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón, la Autovía AG-56 Santiago Briónel
(Galicia), y el Eje Diagonal y la Autovía C-14 Reus-Alcover, ambas en Cataluña.
Estas dos últimas son titularidad de la Generalitat de Cataluña, mientras que
las siete primeras lo son del Estado. Son contratos, todos ellos, con una larga
vida de concesión. No en vano, el primer vencimiento está fijado en el año
2026.
Al margen de la
operación quedaría la concesión de mantenimiento y explotación de la M-30.
Hasta hace unos meses, ACS también participaba en la gestión de cuatro de las
nueve autopistas quebradas en España: las radiales 2, 3 y 5 y la Circunvalación
de Alicante. Salvo en la A-308 Iznalloz-Darro, Iridium cuenta con
participaciones mayoritarias en todas las autovías españolas. El proceso arrancará
en las próximas semanas. Los detalles de la operación, no obstante, aún no han
sido completamente definidos. Según explican fuentes conocedoras, sobre la mesa
existen dos posibilidades: una venta parcial que dé entrada a un fondo de
inversión de manera que Iridium mantendría la gestión y la desinversión total.
En este último escenario
emerge el acuerdo suscrito entre ACS -y su filial alemana Hochtief- con la
italiana Atlantia para tomar el control de Abertis, el mayor grupo de
concesiones de España. En virtud del mismo, tanto Atlantia como Abertis tendrán
una opción de primera oferta sobre aquellas autopistas de peaje que ACS decida
vender, como ocurre ahora con las autovías españolas. No obstante, su actividad
se centra en peajes directos.
Los fondos que obtenga
con esta desinversión servirán para rebajar la factura por la adquisición de
Abertis. La oferta pública de adquisición (opa) de Hochtief valoró el grupo en
18.183 millones. Para ACS, el desembolso efectivo total se limita al entorno de
los 6.000 millones.
Abertis
ya ha vendido el 34% de Cellnex y prevé desprenderse también de Hispasat por
1.000 millones. Estas ventas abaratarán igualmente el coste de la operación.
Además, ACS tiene en marcha otras operaciones, como el traspaso de Bow Power,
la firma de activos energéticos fruto de la alianza estratégica entre la
española y GIP. Como adelantó elEconomista, Brookfield está interesado en la
empresa, cuya valoración se estima en una horquilla de entre 500 y 700
millones.
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