La Generalitat protege las 70 campanas góticas más antiguas de la Comunitat


+ TURIA | Entre otras serán declaradas BIC campanas de ermitas e iglesias de Bétera, Riba-roja, Llíria, Olocau, Castielfabib y Puebla de San Miguel
La Generalitat ha iniciado los trámites para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) 70 campanas góticas fechadas entre 1250 y 1659, las más antiguas de la Comunidad Valenciana.

La figura otorgará una protección especial a estas piezas de bronce, que destacan por su valor cultural y singularidad para el patrimonio cultural de territorio. 34 se encuentran en Valencia, 24 en Alicante y 12 en Castellón.
La Sede de Valencia y el seminario del Corpus Christi, ambos en Valencia, son los templos con mayor número de campanas protegidas, con 9 y 7 bronces respectivamente, entre los que se encuentra el dedicado a tocar las horas en el Micalet.
Un inventario de la Dirección General de Cultura y Patrimonio permitió identificar y valorar estas piezas, que recuperan hoy día ruidos de los siglos XIII al XVII, ya que la campana es uno de los pocos instrumentos cuya musicalidad casi no varía a lo largo del tiempo.
A nivel comarcal, la declaración pone en valor y protege varias campanas de las comarcas del Turia, entre ellas, la campana Santa María de la Parroquia de la Purísima en Bétera, la campana María del convento San Gregorio de Riba-roja, la campana ‘de Foc’ o de Fuego de la iglesia de la Sangre de Llíria, la campana del Albaets de la parroquia de la Mare de Déu del Rosari de Olocau, todas ellas en el Camp de Túria.
En el Rincón de Ademuz también figuran varias campanas, como las de la iglesia de la Puebla de San Miguel, la Mediana y la ermita de la Purísima y la María de la ermita de la Virgen de Gracia en Castielfabib.
La resolución del DOGV también remarca que se trata de "bronces magníficos" con "epigrafías y relieves góticos muy bellos que han sobrevivido al uso para el que fueron concebidas".
Además de aumentar la promoción cultural de las campanas, la declaración como Bien de Interés Cultural mejorará la protección. Cualquier proceso de restauración quedará a cargo de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, y estará condicionado por criterios muy exhaustivos. Entre las condiciones que impone el BIC está la de evitar, siempre que sea posible, la mecanización en favor de los toques manuales, o la obligación de soldar y no refundir las campanas en caso de rotura, para conservar el sonido original.

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