Bétera se une a los programas de recuperación de la Jara de Cartagena
+ TURIA | Se trata de un arbusto mediterráneo en peligro de extinción “extrema” y
que solo resiste en tierras murcianas y en La Pobla de Vallbona
El pasado viernes día 2 de marzo, técnicos de la
Conselleria acudieron al Pla Colom de Bétera, un terreno que reúne las
características (tipo de suelo, humedad, condiciones de sol y sombra) idóneas
para acoger la Jara de Cartagena, un arbusto mediterráneo en peligro de
extinción y catalogado en "situación crítica" vuelva y se esparza por
nuestro ecosistema.
Hasta allí se desplazaron técnicos de Medio Ambiente del
ayuntamiento, así como la alcaldesa, Cristina Alemany, para interesarse por la
recuperación de esta especie.
La Jara de Cartagena es un arbusto mediterráneo
que ya hace unos 50 años se dio por extinguido. No había constancia de ningún
ejemplar puro a nivel mundial. Se trata de una planta autoincompatible, que no
se puede fecundar a sí misma, como explicaba el jefe de sección de Conservación
de Flora del Servicio de Vida Silvestre de la Consejería de Medio Ambiente,
Emilio Laguna. Pero hace cuatro años apareció un ejemplar con cápsulas con
semillas y en el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal (CIEF)
consiguieron recuperarla.
Uno de los peligros que corre esta especie es que
se hibride con otra, la jara blanca, pero en esta zona del Pla Colom está
segura. Por otro lado, están los conejos, por lo que los plantones han sido rodeados
con una tela metálica. En total, se han plantado 250 ejemplares que durante un
tiempo requerirán de la vigilancia de los técnicos para comprobar que siguen
adelante y que no necesitan agua.
Incluso, si va bien y el ayuntamiento lo
considera oportuno, se podría crear una micro-reserva de la Jara de Cartagena,
que crece en terrenos áridos.
Durante el transcurso del trabajo de campo, los
trabajadores destacaron la presencia del Teucrium dunense (subespecies
sublittoralis). Tiene propiedades curativas y se considera un cicatrizante
interno del aparato digestivo, así como beneficioso para el riñón.
Emili Altur
añadió, además, que se parece al rabo de gato, y que este último es más
apreciado porque tiene propiedades similares y mejor sabor. El Teucrium dunense
crece en las dunas, en terrenos donde no haya demasiada densidad de vegetación,
porque no le va bien que otras plantas o árboles le hagan sombra.
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