La avispilla del almendro inquieta a los agricultores de la región

+ TURIA | Los afectados piden medidas para frenar una plaga que el municipio padece desde el año 2015
Agricultores de Venta del Moro, en la comarca Requena-Utiel han pedido a través de una misiva enviada a la conselleria de Agricultura y al Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana, que se adopten medidas efectivas para erradicar la plaga de la avispilla del almendro.

Tal como informa el diario LEVANTE-EMV en su edición de este sábado, los agricultores argumentan que desde 2015 el municipio de Venta del Moro está padeciendo la plaga del «Eurytoma amygdali Enderlein», conocida como la «avispilla del almendro». La misma que viene desde La Manchuela (Albacete), ha cruzado el río Cabriel y va colonizando terrenos de la Comunidad Valenciana.
El término de Venta del Moro por ser el más cercano a la comarca de La Manchuela ha sido el primero en sufrir las consecuencias de la plaga que se está extendiendo por el resto de la comarca Requena-Utiel. En tres años «se ha convertido en un verdadero problema creciente que ha llegado a dañar entre el 50 y 60% de la producción de almendras», afirman los afectados.
También los ecológicos
«Los agricultores ecológicos de almendros de Venta del Moro –agregan– hemos tratado con varios productos ecológicos con nulos resultados, ya que la plaga no sólo no ha minorado, sino que ha crecido exponencialmente».
Ante tan grave situación los agricultores solicitan que «sea arbitrada una solución para que los productores ecológicos afectados por esta plaga podamos disponer de los medios necesarios para preservar nuestras cosechas sin dejar de ser ecológicos, ni penalizados», manifiestan.
También piden que «se conceda una moratoria para poder tratar los almendros con productos realmente efectivos, en bien de los almendros no sólo de nuestro término, si no de la Comunidad Valenciana».

Cuando exista un tratamiento ecológico verdaderamente efectivo, «los mismos agricultores nos comprometemos a utilizar estos medios», concluye la misiva. *

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