Medio Ambiente suspende el voluntariado forestal tras la muerte de uno de sus efectivos en la Serranía

+ TURIA | Los trabajadores de Prevención de Incendios alertan de que hacen rutas sin compañía profesional y algunos con problemas psíquicos
 La Conselleria de Medio Ambiente acordó este miércoles la suspensión cautelar del voluntariado forestal destinado a la prevención de incendios forestales tras la muerte de uno de estos efectivos que el martes se extravió junto a un compañero cuando peinaban una zona de monte entre Chelva y Calles.

La Guardia Civil ha abierto una investigación y todo apunta a que el voluntario, de 58 años, falleció por causas naturales, posiblemente por un problema de corazón o respiratorio tras desviarse a un barranco. No presentaba signos de violencia.
Según ha informado el diario LAS PROVINCIAS a través varios trabajadores forestales de Vaersa, empresa sobre la que recae la encomienda de la Generalitat, el incidente se produjo cuando los dos voluntarios recorrían «sin acompañamiento profesional» una ruta de unos pocos kilómetros. Su función esencial era detectar posibles columnas de humo.
El procedimiento habitual, explicaron, «conocido por Vaersa y por Medio Ambiente», es que un vigilante profesional deje a los voluntarios en un punto del monte con un vehículo para que recorran solos unos pocos kilómetros por una zona segura y luego sean recogidos en el destino acordado. En el caso del martes parece que se desviaron del camino fiable marcado por el vigilante encargado de su traslado.
El «peligro», entiende UGT y otros sindicatos consultados, es que Medio Ambiente «está permitiendo el acceso al voluntariado forestal de personas con discapacidad psíquica procedentes de pisos tutelados o proyectos de reinserción cuya presencia en el monte sin compañía puede suponer un riesgo para su seguridad».
Así lo explica uno de los trabajadores, que prefiere mantener su anonimato: «Existe riesgo de que cualquier voluntario recorra solo el monte, pues no tienen la misma preparación que un profesional, pero los terrenos forestales pueden entrañar más peligro para personas con enfermedad mental. Y no es una cuestión de discriminación, sino de seguridad para el colectivo».
Los sindicatos de Vaersa aseguran que han trasladado esta cuestión «en muchas ocasiones» a Medio Ambiente. LEER NOTICIA COMPLETA 





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