"Serra es un ejemplo de modelo inteligente de gestión forestal"
+ TURIA | La
implementación del programa de gestión de la biomasa forestal y agrícola ha
reportado al municipio el ahorro total de 80.000 euros en cinco años en la
factura eléctrica y unos 100.000 euros en gestión de residuos
El diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, ha
visitado la localidad de Serra para conocer de primera mano los detalles del
programa de gestión de la biomasa forestal y agrícola que se está desarrollando
en este municipio de la comarca del Camp de Túria, el cual ha definido como
«un modelo inteligente de gestión forestal».
Esta localidad, integrada en el parque natural
de la Sierra Calderona, apostó años atrás por aprovechar los residuos de la
poda y limpieza de jardines para transformarlos en biomasa y crear toda una
industria orientada al autoabastecimiento, que ha generado decenas de puestos
de trabajo en poco más de cinco años.
Según datos facilitados por los técnicos
municipales, con una inversión inicial de 150.000 euros, durante este periodo
el municipio ha conseguido ahorrar recursos en gestión de residuos y en
facturación eléctrica por valor de 180.000 euros, además de una importante
reducción –en 100 toneladas–de las emisiones de CO2. Asimismo, se han logrado
proteger 490 hectáreas forestales con un elevado riesgo de incendios.
Josep Bort ha considerado esta iniciativa «un
buen ejemplo de economía circular de la gestión forestal sostenible y de cómo
convertir un problema en una oportunidad», además de defender que «la gestión
forestal inteligente pasa por comprender los ritmos y los ciclos de la
naturaleza. Con esta práctica el Ayuntamiento de Serra demuestra cómo, paso a
paso, se puede avanzar hacia la sostenibilidad», ha señalado Bort.
El responsable del Área de Medio Ambiente de la
Diputación de Valencia también ha reivindicado que «con la gestión inteligente
del medio natural podemos prevenir incendios forestales y crear oportunidades
de empleo local», ha destacado.
Durante la visita, el diputado ha estado
acompañado por el alcalde de esta localidad, Javier Arnal, así como del
ingeniero municipal, Juan José Mayans, quien ha explicado los trabajos y las
prácticas desarrolladas en el marco de este proyecto.
Mayans ha incidido en que además de los
beneficios económicos y medioambientales ya conseguidos, «el Ayuntamiento de
Serra ha creado una marca de calidad del pellet para ponerlo en el mercado», ha
remarcado. En cuanto al futuro del proyecto, Mayans indica que «en este primer
año de producción semi-industrial esperamos llegar a las 400 toneladas de
nuestro peletería 100% natural, hemos creado 5 puestos de trabajo y
contribuiremos a la reducción de la contaminación en 450 toneladas de CO2. El
futuro es mejorar la producción para alcanzar un máximo de 800 a 1.000
toneladas y poder crear empleo sostenible para 10 o 12 familias de la
localidad», ha afirmado.
Respuesta a un problema
Este modelo de valorización de residuos verdes
para usos térmicos nace como una respuesta a la necesidad de proteger el
entorno natural del municipio y reducir los gastos ocasionados por la gestión
de los residuos. De hecho, en 2011, en plena crisis económica, los costes de
gestión del residuo verde suponían para el Ayuntamiento de Serra la cantidad de
90.000 euros anuales. Por este motivo, la necesidad de reducir este gasto
mediante la reconversión del residuo proveniente de labores de jardinería,
agrícola y, sobre todo, forestal, en un combustible apto para ser empleado por
la administración local y que esto, además de reducir los costes de gestión de
residuos y la facturación energética, tuviera más efectos colaterales positivos
sobre la protección del entorno natural, la reducción de la contaminación y la
creación de empleo, llevó a la administración local a aprobar un proyecto de
biomasa que se ha convertido en un modelo de economía sostenible en su comarca
y ha traspasado fronteras, atrayendo el interés de la propia Comisión Europea.
Para hacer realidad este objetivo, en primer
lugar se proyectó la sustitución de las tradicionales fuentes de calor
alimentadas con energía eléctrica o gasoil, en la guardería municipal, en el
colegio San José y en el edificio consistorial por sistemas de calefacción por
calderas de biomasa y circuitos de agua caliente y radiadores. Paralelamente
había que conseguir la reconversión del residuo verde en un combustible
energéticamente aprovechable con el menor coste posible para el municipio, así
que se adquirió la maquinaria necesaria para el procesamiento del residuo verde
y su conversión a combustible sólido apto para ser empleado en estas calderas.
En última instancia, otra de las virtudes de
este proyecto es su capacidad para ser replicado en otros municipios con
similares necesidades de gestión de residuos verdes.
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