Domeño celebra a Santa Catalina "con un ojo en el cielo"

+ TURIA | Los festeros organizan la tradicional hoguera en la que vecinos y allegaron asaron la carne, costumbre típica del municipio
Con un ojo en los cielos, y no solo para mostrar devoción a la patrona (que también), los vecinos de Domeño celebraron este sábado su fiesta en honor a Santa Catalina.

El municipio del Camp de Túria, limítrofe con las primeras estribaciones de la Serranía valenciana, tiene su fiesta grande a principios de mayo, con la Exhaltación de la Santa Cruz, festividad en la que se aúna también la devoción a los otros patrones del municipio, San Isidro y Santa Catalina, que cada uno por separado, tienen su fiesta, aunque más "familiar" en las fechas patronímicas.
Este sábado tocó el turno a Santa Catalina que, de la mano de los Festeros de la localidad, organizaron la tradicional hoguera en cuyas brasas, como es tradición, los vecinos y allegados pudieron asar la carne, también ofrecida por la comisión, a base de longaniza, morcilla, chorizo, panceta y pan.
No faltó el bingo y la discomóvil para cerrar la jornada.
Devociones y geografías
En Domeño las fiestas locales tienen un hilo de conexión con la historia propia. Tras la reubicación de la población en el límite del Camp de Túria, proceso administrativo y físico que duró casi dos décadas, la antigua localización del municipio, Domeño Viejo, quedó abandonada dejando tras de sí, casi como un fósil municipal, las añejas estructuras que dieron sostén a la vida de la localidad. Entre ellas la iglesia parroquial, consagrada a Santa Catalina, que junto al resto de las edificaciones, y para evitar los riesgos de derrumbe, fue derruida en el año 2001.
Aún así, y como no podía ser de otra manera más allá de geografías, los vecinos de Domeño continuaron arraigados a sus tradiciones celebrando los centenarios festejos que marcaban su calendario.

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