Hallan una sepultura visigoda en el yacimiento de l'Horta Vella de Bétera
+ TURIA | La
valoración de los restos encontrados refuerza la importancia del yacimiento
para conocer la evolución de la explotación del territorio situado al norte de
Valentia desde época imperial
El equipo de arqueólogos que está realizando
unas excavaciones en el yacimiento de la villa romana de l'Horta Vella en
Bétera ha encontrado una sepultura visigoda en forma de cista de más de 3
metros de largo por 1,5 metros de ancho de forma ovalada.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvw_X7o3wS0vMplmaoKaGqh445iPzobg9kgu4UTjiYnrlBWw0tDXoZhjTnKgfr_luL4byLr7xmncW4ybutmHaXueMcwEGpHhea3IZgVQJFb7WGaO95KcQDh9oJOC3aKNcw_Gvw-pVaT3JG/s400/b%25C3%25A9tera+tumba+visigoda.jpg)
El secretario de autonómico de Cultura y
Deporte, Albert Girona, y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen
Amoraga, han visitado los restos arqueológicos encontrados acompañados por la
alcaldesa de Bétera, Cristina Alemany.
La valoración de los restos encontrados refuerza
la importancia de l’Horta Vella de Bétera para conocer la evolución de la
explotación del territorio situado al norte de Valentia desde época imperial
romana hasta el final de la tardoantigüedad, y porque este yacimiento permite
profundizar en el conocimiento de las condiciones de vida que se daban en los
establecimientos rurales romanos que perduran en tierras valencianas más allá
del siglo VII.
El yacimiento romano de l’Horta Vella se
localiza en el extremo sur de la partida del mismo nombre en el municipio de
Bétera y se extiende sobre una gran área, en el margen derecho del barranco de
Carraixet. Los restos constructivos visibles y visitables en la actualidad
ocupan mas de 1.000 m².
Los trabajos llevados a cabo a lo largo de las
11 campañas en la villa romana de l’Horta Vella han permitido documentar una
secuencia cultural que se puede dividir en cuatro grandes fases: la primera es
la Imperial, que se inicia a finales del siglo I o principios del II, para
finalizar a mediados del V.
Este es el momento al que pertenecen la gran
mayoría de las estructuras conservadas, destacando entre ellas el circuito
termal. En la segunda fase, la antigüedad tardía, siglos V-VIII, se produce una
transformación importante que cambia radicalmente su antigua fisonomía y la
villa se convertirá en una granja que perdurará hasta la llegada de los
musulmanes en el S VIII. La tercera fase o paleoandalusí no aporta niveles
constructivos, pero se sabe que se trata de un momento en el que la superficie
ocupada es mínima y su funcionalidad. La cuarta fase corresponde con la época
medieval-moderna- contemporánea (siglos XIV-XIX).
Las excavaciones se realizan por arqueólogos de
la Dirección General de Cultura y Patrimonio y de la Universitat de València en
un programa de colaboración de intervenciones arqueológicas con las
universidades valencianas.
Comentarios
Publicar un comentario