Un ‘nuevo’ Psiquiátrico de Bétera

+ TURIA |Los cambios planteados buscan dignificar la atención a los enfermos mentales, optimizar los recursos del centro y crear un marco de respaldo social a las familias
La Torre Bofilla es una de las 25 edificaciones de época árabe que formaban el cinturón de defensa en el entorno de Valencia. Ubicada a 3,5 kilómetros de Bétera, es el referente en el que se han inspirado los responsables del nuevo equipo directivo del centro de salud mental para cambiar la denominación del Psiquiátrico, propiedad de la Diputación de Valencia.
Torre Bofilla es parte de ese futuro que se abre en el Psiquiátrico de Bétera, quizá el nombre de un centro que, tras superar su leyenda negra, se enfrenta a un nuevo horizonte tratando de desestigmatizar la enfermedad y dignificar la atención a los pacientes; a los 32 que actualmente ocupan el único pabellón operativo del Psiquiátrico y a los que podrían llegar a la ‘ciudad’ de la salud mental de Bétera con la nueva hoja de ruta en la que trabajan los profesionales sanitarios y los gestores de la Diputación.
Los retos, una vez eliminado el copago al que debían hacer frente las familias de los enfermos mentales, pasan por la integración del centro en la red de salud pública y la optimización de los recursos del mayor centro de salud mental de la Comunidad Valenciana. Esto supondría, en primer lugar, ocupar las 40 plazas del pabellón de larga estancia, el único que está hoy en funcionamiento, para a continuación abordar, junto a la Conselleria de Sanidad, la reapertura de un segundo pabellón que se convirtiera en unidad asistencial de media estancia.
Ese segundo pabellón está totalmente equipado y lo que necesitaría para entrar en funcionamiento es la dotación de personal, por una parte, y la implicación de todas las administraciones públicas por otra, para tener garantías de integración social de los pacientes una vez terminada su estancia en el centro sanitario, tal y como se expuso en la reunión de trabajo mantenida entre el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, la diputada de Bienestar Social, Mercedes Berenguer, y el equipo directivo del centro.
Colaboración entre administraciones
Esa implicación entre administraciones se ha iniciado ya, por un lado con la Conselleria, con la que se trabaja en los ratios de atención y los requerimientos para abrir esa unidad de media estancia; y por otro lado con el Ayuntamiento de Bétera, con el que se va a organizar una jornada de puertas abiertas para dar a conocer a los vecinos las instalaciones del Psiquiátrico y acercar a la sociedad la realidad de los internos. Esta jornada contará con una serie de actividades lúdicas y deportivas que buscan reforzar esos primeros pasos hacia la integración.
El centro de salud mental de Bétera tiene una superficie de 40 hectáreas y cuenta con instalaciones deportivas y culturales, iglesia, lavandería, cocinas y jardines, una pequeña ciudad sanitaria con 79 profesionales contratados, entre sanitarios, administrativos, jardineros, cocineros y conductores, y capacidad para albergar a más pacientes.
En la reunión con el presidente y la diputada estuvieron presentes, además del gerente, Manel Toberd, el director de Enfermería, Toni Pla, y el jefe de Servicio de Psiquiatría, Vicent Balanzá, la trabajadora social Belén Vidal, la médica generalista Jéssica Mansilla, la enfermera supervisora Gemma Sempere y la psicóloga clínica Laura Catalá. Un nuevo equipo directivo que responde a un perfil profesional y científico y que se muestra entusiasmado con los nuevos retos.
En resumen, la hoja de ruta que centró la reunión de trabajo busca dignificar la atención a los enfermos mentales, optimizar los recursos del Psiquiátrico de Bétera, titularidad de la Diputación, y crear un marco de respaldo social a las familias. Todos ellos han coincidido al destacar que no se trata de transferir el problema, sino de afrontarlo con la colaboración de todas las instituciones públicas.   




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