Detenido un hombre en Titaguas por maltrato animal
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TURIA | El responsable está acusado de tener mil
cabezas de ganado ovino en condiciones de falta de higiene y desnutrición
Agentes
del Grupo de Medio Ambiente de la Policía de la Generalitat han detenido al
responsable de una explotación de Titaguas, en La Serranía, acusado de tener a cerca de un millar de cabezas de ganado ovino en condiciones de falta
de higiene, desnutrición y conviviendo entre restos de animales muertos, de los
que contabilizaron veinte que se alimentaban de animales muertos.
Según
ha informado la Generalitat en un comunicado, al detenido se le atribuye
presunto delito de maltrato animal, hurto de vehículo de motor --localizaron un
terreno con acopio de vehículos abandonados-- y contaminación ambiental, ya que
en la explotación los residuos no tenían ningún manejo, los estiércoles estaban
acumulados en el exterior, sin base impermeabilizantes y con lixiviados.
Junto
con el detenido, los agentes ha tomado declaración como investigados a dos
trabajadores encargados de los animales de la explotación. Las diligencias se
han remitido al Juzgado de Instrucción de Requena.
Un
foco de infección y salubridad
Las
investigaciones comenzaron el pasado mes de abril, cuando agentes del grupo
localizaron en Titaguas unas naves y un terreno con acopio de vehículos
abandonados, en las que también había unas mil cabezas de corderos y ovejas.
La
situación en la que se encontraban los animales era "especialmente
delicada" ya que había cadáveres de ovejas enterrados, semienterrados e
incluso al aire libre, así como huesos de animales diseminados por la zona.
También detectaron ovejas en mal estado, deambulando entre escombros, con
claros síntomas de debilidad, una de ellas cojeando, con numerosas úlceras en
las patas, a la intemperie y sin agua.
Durante
las investigaciones, se localizaron tres perros, dos encerrados en el interior
de un camión y otro atado dentro de una nave, todos en mal estado, con falta de
higiene y abandono. A estos canes se les alimentaba con animales muertos de la
propia explotación, cuyos cadáveres se comían crudos, según las mismas fuentes.
Las
ovejas y corderos, se encontraban con falta de higiene y con la solera
totalmente llena de excrementos, lo que constituía focos de infección e
insalubridad.
En
la Inspección realizada junto al veterinario inspector pecuario de la comarca,
se pudo constatar que el responsable carecía de libro de explotación, no había
presencia de medicamentos, ni de materias primas para la alimentación animal,
no disponían de veterinario ni registro de bajas y se encontraron más de veinte
cadáveres, tanto enterrados, como recientes y los esqueletos.
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