"Las raíces de la sabina seguirán uniéndonos muchos años"
+ TURIA | San
Antonio de Benagéber y Benagéber celebran su hermandad histórica en la Fiesta
de la Segregación
Allende la primera mitad del siglo XX, la
creación del pantano de Benagéber, en la Serranía valenciana, provocó un
movimiento de gentes y aperos, y sobre todo de sentimientos. El pequeño
municipio de Benagéber veía cómo su futuro era sepultado por las aguas y, como
en una pequeña diáspora valenciana, muchos de sus vecinos eran reubicados en
otros rincones de la geografía provincial: el actual Benagéber, San Isidro de
Benagéber, San Antonio de Benagéber…
Aquellos primeros colonos que desde lo más
recóndito de la Sierra hubieron de bajar con la vida a cuestas a sembrar el
futuro en el Camp de Túria, trajeron consigo un símbolo que durante generaciones
se convirtió en el tótem que recordaba el pasado: una sabina, árbol maestro de
la Sierra, que con su longevidad representa el tesón y el coraje por
sobrevivir. Pase lo que pase.
Pero a pesar de los esfuerzos, y el ímpetu, el
pasado mes de noviembre un temporal de viento y lluvia, unido a la enfermedad
que el árbol padecía desde hace tiempo, destruyó este nexo de unión sentimental
entre ambos municipios.
Savia nueva
Ha sido este sábado, enmarcado en los actos de
la Fiesta de la Segregación con los que San Antonio de Benagéber celebra su
independencia en 1997 del municipio de Paterna, cuando una nueva sabina ha
bajado de la Serranía para volver a atar cabos.
Las corporaciones municipales de Benagéber y San
Antonio, con sus respectivos alcaldes a la cabeza, han celebrado un acto de
hermanamiento en el que los benageberos serranos han entregado un nuevo
ejemplar de sabina para que, en palabras de Rafael Darijo, primer edil de
Benagéber, "sus raíces nos sigan uniendo muchos años".
Acto emotivo y de profundidad, en el que además
se presentó la "vieja sabina", o lo que queda de ella, como nuevo
símbolo. El escultor Ian Trickett ha sido el encargado de realizar una
escultura conmemorativa para que las generaciones futuras conozcan la historia
propia.
Una jornada de hermandad entre los pueblos del
Turia, unidos por la sangre y el apellido, que continuó con una multitudinaria
comida de hermandad.
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