Luz y taquígrafos para el yacimiento visigodo de Pla de Nadal

+ TURIA | Las jornadas sobre la cultura visigoda en la vega del Turia se celebrarán del 25 al 27 de febrero
Del 25 al 27 de febrero la cultura visigoda, esa gran eclipsada por ocupar el momento histórico entre la vastedad de la cultura romana y el auge de la musulmana, volverá al presente a través de las Jornadas Culturales organizadas por el Ayuntamiento de Valencia, el de Ribarroja del Turia y el Institut Català d’Arqueología Clàssica de Tarragona.
Varios expertos en el tema, expondrán parte de sus estudios e investigaciones, haciendo que sus secretos queden al descubierto, del mismo modo que lo fueron los restos del yacimiento visigodo del Pla de Nadal, al ser localizadas sus ruinas, allá por los años 70, en un área muy cercana a Ribarroja, dentro de su término municipal.
Para ayudar a contextualizar y recuperar el momento en que la cultura visigoda dejó mayor impronta en el entorno, el castillo de Ribarroja acogerá la colección museográfica compuesta con gran parte del material extraído de Pla de Nadal, que ha sido recuperado para la ocasión gracias a la ayuda de técnicos y arqueólogos de reconocimiento tanto local como internacional, y que contribuirán también, a través de sus ponencias y exposiciones, a que una historia aparentemente olvidada recupere todo el mérito y el lugar que le corresponde.
Los interesados en asistir pueden contactar a través del correo electrónico: jornadaspladenadal@gmail.com. El precio para participar en las jornadas será de 25 € inscripción y preactas+25€ comida visigoda (opcional).
Un enclave visigodo en la vega del Turia
El Pla de Nadal es un yacimiento visigodo descubierto en 1970, mientras unos tractores allanaban la tierra en las cercanías de Ribarroja del Turia. Entonces afloraron los restos de una basílica de grandes dimensiones datada en el siglo VII y en las diferentes campañas arqueológicas de 1981 a 1985, se excavó un área de 500 metros cuadrados removiéndose un total de 400 metros cúbicos de tierra encontrándose restos de cenizas, piedras y  maderas  calcinadas lo que hace pensar a los especialistas  que un incendio destruyó la construcción.
La mezcla de elementos demuestra por un lado una fuerte influencia romana y bizantina (capiteles corintios, monedas romanas) y por otro elementos de un estilo puramente visigodo (flores de lis, roleos vegetales, veneras separadas por trifolios).
En el 476 los visigodos ya se habían instalado en la Península Ibérica y en la vega del Turia junto a la población originaria se asentaron tropas y nobleza visigoda, las dimensiones de la basílica demuestran que debía de existir un número elevado de pobladores. Se desconoce la adscripción de la basílica aunque se supone que debía de estar consagrada al arrianismo. No fue hasta el año 589 y bajo el reinado de Recaredo  en el III Concilio de Toledo cuando se volvió a instaurar el catolicismo como religión del pueblo visigodo.
En el año 712  el reino visigodo se derrumba ante los ejércitos del califa de Damasco.

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