La Generalitat invierte 35 millones en la mejora de más de 600 caminos rurales para reforzar la agricultura y la seguridad del territorio
La Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca ha puesto en marcha un ambicioso plan de inversión para modernizar y reparar caminos rurales en toda la Comunitat Valenciana. El conseller Miguel Barrachina ha anunciado que el Consell está destinando 35 millones de euros a estas actuaciones, una inversión que considera “esencial para impulsar la accesibilidad y fortalecer la economía agrícola local”.
Durante su
visita a las obras de reparación de caminos en Náquera,
Barrachina ha destacado que la mejora de estas infraestructuras “garantiza la
seguridad de miles de agricultores, facilita la movilidad de maquinaria y
mercancías y refuerza la competitividad del sector”. La actuación en el
municipio cuenta con una subvención de 180.000 euros
y abarca una superficie de 6.552 m².
El conseller
ha subrayado que la renovación de caminos rurales no solo mejora la conexión
entre explotaciones y núcleos urbanos, sino que también contribuye a fijar
población en el entorno rural y a preparar el territorio frente a episodios
climáticos adversos. En sus palabras, “estamos modernizando unas
infraestructuras esenciales para el desarrollo de las zonas rurales”.
Actuaciones tras la DANA: 96,5% de las obras ya ejecutadas
De los 35
millones de inversión total, 30 millones
se han destinado específicamente a la reparación de 574
caminos rurales dañados por la riada y las lluvias intensas que
afectaron a las provincias de Valencia y Castellón. Según la Conselleria, 554 actuaciones ya están en ejecución o finalizadas,
lo que supone un 96,5% del total
previsto.
En la provincia de Valencia, se actúa sobre 350 caminos repartidos en 51
municipios, con 14 obras en
marcha y 336 ya
finalizadas. En Castellón,
el balance asciende a 216 caminos,
con 39 actuaciones en ejecución y 165 concluidas, manteniendo un ritmo estable en
todo el territorio.
En la comarca del Camp de Túria, se han reconstruido 11 caminos afectados: uno en Llíria, dos en Benaguasil,
cuatro en Vilamarxant y otros cuatro en Domeño, reflejando el impacto directo de esta
inversión en las zonas rurales del interior valenciano.
Con este plan, la Generalitat refuerza su apuesta por un
territorio más accesible, seguro y competitivo, alineado con las necesidades
del sector agrícola y la protección frente a futuros episodios meteorológicos.






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