Una técnico de Emergencias declara a la jueza que Medio Ambiente denegó la víspera de la DANA agentes ambientales para vigilar los barrancos
Gloria Torres, técnica del Centro de Emergencias de l’Eliana, revela que se denegó el envío de agentes medioambientales para medir caudales y denuncia que los Bomberos retiraron su dispositivo de vigilancia del barranco del Poyo sin avisar, dejando “a ciegas” a Emergencias
La investigación judicial sobre la gestión de la DANA del 29 de
octubre de 2024 sigue aportando revelaciones que ponen de relieve las tensiones
y fallos de coordinación entre administraciones. En su declaración ante la
jueza instructora, la técnica facultativa Gloria Torres, de la Sala de Mando y
Control del Centro de Emergencias de l’Eliana, desveló que la víspera del
temporal se solicitó la presencia de agentes
medioambientales de la Generalitat para realizar mediciones preventivas de
caudales, una petición que, según sus palabras, fue rechazada.
Ante la negativa, se recurrió al día siguiente a los bomberos forestales, quienes comenzaron a vigilar
puntos críticos del río Magro y del barranco del Poyo. Sin embargo, Torres ha
asegurado que el dispositivo de Bomberos se
retiró sin comunicación oficial al Centro de Emergencias, lo
que dejó a los técnicos “a ciegas” en plena crisis.
Una vigilancia fallida en un
momento crítico
La testigo relató que en la mañana
del 29 de octubre se activaron alertas hidrológicas y se ordenó a los bomberos
forestales vigilar los caudales en zonas sensibles como Riba-roja, Paiporta o
Buñol. La instrucción había sido clara: mantener el control hasta nueva orden.
No obstante, a las 14:43 el operativo se retiró a base sin que el Centro de
Emergencias fuera informado.
“En ningún momento se comunicaron
con nosotros por el canal correcto. Si hubieran avisado a Control 2, habría quedado
registrado en el CoordCom y el técnico
lo habría transmitido”, señaló Torres. La técnica insistió en que la falta de
comunicación dejó a Emergencias sin información clave sobre el comportamiento
de los barrancos.
Cruce de reproches entre
instituciones
La declaración confronta la
versión del Consorcio Provincial de Bomberos, cuyo oficial Manuel Alonso
responsabilizó en septiembre a Emergencias de no haber dado instrucciones
claras. Torres lo negó de manera categórica y defendió que la orden estaba recogida
y que la desactivación debía haberse comunicado de forma expresa.
Además, aseguró que en su turno no
hubo seguimiento porque se daba por hecho que la instrucción de vigilancia
seguía vigente: “Si nosotros los movilizamos, deberían entender que no se van
hasta que los desactivamos”, afirmó ante la jueza.
El papel del SAIH en cuestión
Otro de los puntos polémicos que
salió a la luz fue el uso de los datos del Sistema
Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la
Confederación Hidrográfica del Júcar. Según Torres, estos datos no sirven para
la toma de decisiones en Protección Civil porque “no están certificados por
técnicos” y la propia web advierte de su carácter no vinculante. Por ello, en
el Centro de Emergencias se recurría a fuentes como Avamet, que ofrece
pluviometría en tiempo real.
La técnica subrayó que esta
limitación se conoce desde hace años y que incluso en reuniones con la CHJ se
había advertido de que esos datos no podían emplearse para activar protocolos
de protección ciudadana.
Una causa abierta con muchas
incógnitas
La declaración de Gloria Torres
añade tensión a una causa que instruye la jueza Nuria Ruiz Tobarra y que ya
enfrenta versiones opuestas entre Emergencias y Bomberos sobre la vigilancia
del barranco del Poyo. Mientras tanto, las familias de las víctimas y los
municipios afectados esperan que la investigación depure responsabilidades y
clarifique los fallos que agravaron los efectos de la DANA.






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