“Un año después, la DANA sigue afectando la salud mental de quienes la vivieron”
El COPCV alerta de que muchas personas y empresas
siguen afectadas psicológicamente por el impacto de las inundaciones, y reclama
apoyo emocional y programas psicosociales para facilitar la recuperación.
El recuerdo de
la catástrofe reaviva la ansiedad
El Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat
Valenciana (COPCV) ha advertido de las secuelas emocionales que aún perduran
entre la población tras la DANA ocurrida hace casi un año, un fenómeno que
también afecta a autónomos y organizaciones empresariales de las zonas más
dañadas. Según la entidad, los efectos psicológicos “no se detienen con la
reconstrucción material”, sino que persisten en la vida cotidiana, los entornos
laborales y las relaciones sociales, especialmente cuando se aproxima el
aniversario del suceso.
El COPCV señala que este fenómeno se conoce en
Psicología como “reacciones de aniversario”, una reactivación emocional
vinculada a los recuerdos del evento traumático. Estas reacciones pueden
manifestarse en forma de ansiedad, insomnio, pensamientos intrusivos o
sensación de inseguridad, y en algunos casos derivar en síntomas de estrés
postraumático, como hipervigilancia, evitación de lugares afectados o reexperimentación
de los hechos vividos.
Impacto en el
ámbito laboral y emocional
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, el
Colegio ha puesto el foco en el papel del entorno laboral dentro del proceso de
recuperación psicológica. La psicóloga del trabajo y vocal del COPCV, Pilar del
Pueblo, ha subrayado que las empresas deben reconocer y comprender estas
reacciones emocionales sin interpretarlas como una debilidad, sino como una
respuesta natural tras un desastre colectivo.
“Reconocer que el aniversario puede remover
emociones permite diseñar acciones preventivas: espacios de escucha,
actividades de cohesión grupal y mensajes de seguridad que refuercen la
resiliencia de las plantillas”, explica Del Pueblo.
En muchos casos, la DANA provocó el cierre
definitivo de negocios y la pérdida de empleo, lo que, desde el punto de vista
psicológico, no solo supone una consecuencia económica, sino una ruptura
profunda en la identidad profesional y la seguridad personal.
Pérdida de
empleo y sensación de abandono
Las personas que perdieron su trabajo tras la DANA
pueden experimentar incertidumbre prolongada, desesperanza y desánimo, además
de un alto riesgo de aislamiento social. El COPCV advierte que incluso quienes
han conseguido retomar parcialmente su actividad atraviesan una situación
emocional compleja, marcada por el cansancio y la sensación de vulnerabilidad.
Por ello, el Colegio reclama programas
psicosociales, orientación laboral y espacios de expresión emocional para
reconstruir el bienestar psicológico y devolver a los afectados un sentido de
pertenencia y autoestima profesional.
Proyecto Dana
Empresas: talleres gratuitos para la recuperación emocional
En esta línea, el COPCV mantiene activo el Proyecto
Dana Empresas, que ofrece talleres presenciales gratuitos centrados en mejorar
el bienestar emocional en los entornos laborales afectados.
Las psicólogas del trabajo implicadas en estos
programas destacan que el momento actual se caracteriza por la coexistencia de
resiliencia y vulnerabilidad: mientras la dirección de las empresas enfrenta la
presión de mantener la actividad, los trabajadores sufren agotamiento y
desmotivación.
El Colegio concluye que es imprescindible fomentar
un liderazgo humano y resiliente, basado en la comunicación, la empatía, el
reconocimiento de los esfuerzos y la flexibilidad. Solo así —subrayan— será posible
consolidar una recuperación emocional real y duradera en las zonas más
golpeadas por la DANA.






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